En opinión de Caballas, los Gobiernos del PP de Ceuta y Melilla se han reunido en el Senado para constituir una Comisión que, “al parecer”, tiene por objeto estudiar las posibilidades de desarrollo de los Estatutos de ambas ciudades. “Tras más de veinte años en vigor, y gobernando desde hace quince con mayorías absolutas, ahora se han dado cuenta, al parecer, que el Estatuto se tiene que desarrollar”, ironizan.

Para Caballas no existe una voluntad política seria de acometer esta tarea. “Si así fuera el Gobierno de la Ciudad tendría una propuesta que habría, al menos, mostrado a los Grupos Políticos”, apuntan. Es preciso recordar que la modificación del Estatuto es una tarea parlamentaria, y no de Gobierno (así lo establece el artículo 41 cuando dice que “la iniciativa corresponde a la Asamblea de la Ciudad”, añadiendo además en su apartado dos que “requerirá la mayoría de dos tercios” que el PP no tiene). Se trata pues de un simple engaño.

“Lo que en realidad están tratando los Gobiernos de ambas Ciudades es encontrar algún resquicio legal que les permita hacer lo que los Tribunales de justicia le han impedido en reiteradas ocasiones, que no es otra cosa que bajo el principio de capacidad de auto organización”, barajan, apuntando que lo que busca el PP es “poder convertir la institución en su cortijo particular en el que puedan nombrar, a su capricho y antojo, a cuantas personas quieran para satisfacer sus intereses particulares a costa de los impuestos de los ciudadanos. La intención de ambos Gobiernos es buscar formas para legalizar el pesebre del PP”.