Caballas ha denunciado la “desaparición” del aparcamiento contemplado en el proyecto de obras de reordenación y adecuación del entorno del Campus Universitario de Ceuta que se adjudicó a Dragados por algo más de 1,3 millones de euros y cuyo contrato se formalizó hace exactamente un año con un plazo de ejecución de cuatro meses.

Los trabajos comenzaron el 15 de enero pero el 20 de mayo la Dirección Técnica Facultativa emitió un acta de paralización temporal y parcial de las obras “supeditada a la disponibilidad definitiva de los terrenos” ubicados al otro lado de la calle Pozo Rayo, solar de titularidad pública ocupado por Obimace. El resto de las obras se ejecutaron “adecuadamente”, según informes de los técnicos municipales, “habiendo concluido las mismas el 23 de julio”.

No se realizó, sin embargo, el aparcamiento, que a finales de octubre seguía sin poderse acondicionar porque no se había producido el “desalojo” de Obimace, “lo que hace imposible la ejecución de los trabajos contratados por parte de la empresa adjudicataria, no habiéndose recibido resolución alguna por parte de la Ciudad que acuerde el levantamiento de la suspensión para dar continuidad a las mismas”.

Para Caballas lo más “surrealista” del caso no es que sea una empresa municipal la que bloquee la ejecución de una obra auspiciada por la propia Ciudad Autónoma, sino que la Administración ha dado su visto bueno “a que, a falta de poner a disposición de la ciudadanía los mencionados aparcamientos, que ha sido lo que se ha contratado y pagado, se pretende hacer una especie de trueque admitiendo como contraprestación la colocación de una tubería de Acemsa que por lo visto había que instalar por alguna parte en esa zona”.

Para la Consejería de Fomento las obras paralizadas “siguen siendo inviables de ejecutar por falta de disponibilidad de los terrenos, como quedó reflejado en el acta de paralización”. Caballas considera que la Ciudad no puede abonar el importe acordado por los trabajos sin que haya mediado ningún modificado del proyecto.