“Aquel día, Ceuta fue la capital del horror. Aquellos hechos se han convertido en un símbolo de las políticas migratorias crueles e injustas, que aplican con terrible frialdad los Gobiernos europeos, incluido el español. Muchas personas nos sentimos entonces avergonzadas”, lamentan desde Caballas subrayando que este homenaje “pretender ser un canto a la defensa de los Derechos Humanos como código ético universal que a todos nos debe vincular. Desde esta premisa, no podemos aceptar, ni ser indiferentes ante una política que trata a los seres humanos como mera mercancía, que no pestañea cuando los mutila en sus concertinas asesinas, o cuando los abandonan a su suerte, aun sabiendo que la muerte los acecha”.
”No queremos que nuestra frontera sea un espacio de “no derecho”; no queremos que se inflija un trato humillante y degradante a las personas migrantes (aunque lo haga un país tercero en nuestro nombre); no queremos exhibir un comportamiento hostil ante la pobreza y la miseria; no toleramos prácticas violentas contra seres humanos necesitados y vulnerables. Queremos construir un más mundo justo, fundamentado en el más absoluto respeto a los Derechos Humanos, en el que ninguna persona sea ilegal, y en el que las políticas migratorias sean la expresión de la solidaridad entre todos los seres humanos”.