Mientras los ciudadanos claman en las calles su indignación, mientras a Rato lo prejubilan con 1,2 millones de indemnización, mientras se nacionaliza Bankia por 10.000 millones de euros, mientras el desempleo crece, se mandan a casa profesores, médicos y otros funcionarios, Caballas elevará al Pleno de la Asamblea una propuesta de acuerdo que pide “cuantificar la deuda histórica que mantiene el Estado español con Ceuta en materia de inversión pública, en función de los diferenciales de equipamientos públicos existentes entre la medias de las comunidades autónomas y nuestra Ciudad; y poner en marcha una estrategia reivindicativa que culmine con la materialización de esta deuda en un Plan de Inversiones de una vigencia temporal razonable”.

Ese déficit que pide cuantificar el partido que lidera Mohamed Alí ascendería, según cálculo aproximativo de la coalición a 400 millones de euros. Desfachatez, justicia y dignidad o ninguna de las tres, lo cierto es que Ceuta presenta aún déficits en materia de infraestructuras que reconoce hasta el propio Gobierno que a su manera ha invertido buena parte de los esfuerzos de los últimos meses en plantear en Madrid, ministerio por ministerio, una batería de reivindicaciones en forma de inversión que no difiere mucho de lo que reclamará Caballas en el Pleno.

“A título orientativo, y según los datos que figuran en los documentos oficiales, la cantidad de este déficit acumulado en educación y deporte (50 millones de euros), vivienda (240), equipamiento social (40), suministro energético (70), se podría aproximar a los 400 millones de euros”, calcula Caballas en su exposición de motivos en la propuesta que elevará al Pleno.

En lo que seguro que habrá discrepancia es en la responsabilidad de ese déficit. Caballas acusa a PP y a PSOE de no haber invertido lo suficiente desde el Estado en la Ciudad y haber contribuido con ello a un desarrollo menor de la ciudad.

“El déficit de equipamientos públicos, derivado de una política de inversión muy raquítica aplicada por los sucesivos Gobiernos de la Nación respecto a nuestra Ciudad durante décadas, constituye uno de los graves problemas estructurales que sitúan a Ceuta en una posición relativa muy desfavorable en el conjunto de comunidades y regiones que conforman el Estado Español”, expone Caballas.

“El desarrollo que ha experimentado nuestro país desde la instauración de la democracia ha sido asimétrico. Se han aplicado distintas velocidades en función de intereses políticos concretos y de coyunturas determinadas. Ceuta siempre ha salido perjudicada. PSOE y PP nunca han visto Ceuta como una prioridad y han ido postergando la solución definitiva de nuestros problemas de equipamiento con diferentes excusas. Las inversiones demandadas, o no se han acometido, o se ha hecho en una cantidad muy inferior a la necesaria”, continúa argumentando Caballas.

“De este modo, podemos decir, con rigor y objetividad, que el Estado español ha contraído una deuda histórica con Ceuta, medida en términos del déficit resultante de comparar la media de los equipamientos públicos de las comunidades autónomas por habitante, con el de nuestra Ciudad”, concluye la coalición.

Y en base a esos argumentos, entiende Caballas, que debe ser un objetivo reivindicativo de los partidos que conforman la Asamblea de la Ciudad de Ceuta, reivindicar el saldo de la deuda, pese a la crisis y pese a quien pese. Caballas quiere que el Estado equipare con un Plan de Inversiones extraordinario a Ceuta con el resto de regiones, lo considera “una obligación moral ineludible, además de un acto de estricta justicia”.