“Al ridículo institucional que protagonizó viéndose obligado a desistir de un proceso de adjudicación con las plicas ya abiertas, añade un incomprensible incumplimiento del compromiso de informar a la oposición del contenido del nuevo pliego antes de su publicación”, ha asegurado del Gobierno de Vivas Caballas este sábado a través de un comunicado.

Para el principal grupo de la oposición la nueva maniobra del Ejecutivo parece un “empeño en enturbiar el proceso de adjudicación del servicio de limpieza. Las demandas de rigor y transparencia que desde Caballas se vienen produciendo desde su inicio, son desatendidas por el Gobierno”.

Caballas cree que el Ejecutivo ha echado por tierra sus buenas intenciones de consenso con la oposición con esta maniobra que entienden no es propia de “un juego limpio”. “Una vez más se pone en evidencia un Gobierno que nunca hace lo que dice”, ha manifestado la coalición.

Y si poner en juego el consenso es ya de por sí algo preocupante, lo es más para Caballas lo que queda detrás de la operación, la duda y la sospecha sobre el propio contrato.

“Se han negado a que sea el Pleno el que desarrolle el proceso de adjudicación (órgano competente por ley), se han negado a que la oposición forme parte de la Mesa de Contratación, se han negado a analizar el Pliego de Condiciones en una Comisión Informativa, y por último, se han negado a facilitar a los grupos de la oposición el texto del Pliego antes de su publicación. La falta de argumentos hace inevitable la sospecha: ¿Por qué el Gobierno se niega en rotundo a que la oposición pueda fiscalizar la adjudicación de un contrato cuyo importe total asciende a 320 millones de euros?”, se ha preguntado Caballas.

Deficiencias en el pliego y calles sucias

Para la coalición el nuevo pliego, además, tampoco va a mejorar las cosas. “Reproduce las deficiencias más importantes del servicio actual. De ellas, la más grave, es la escasez de servicios básicos como el barrido y el baldeo en las barriadas.”, ha analizado Caballas.

La coalición ha aprovechado el asunto para denunciar dos asuntos que le preocupan, la deuda creciente con la concesionaria actual del servicio, Urbaser y la dejadez de la empresa en las labores que le corresponden, lo que acaba con calles sucias.

“El abandono del servicio es una realidad. Según la empresa, no cobra desde finales del año anterior, lo que ha provocado una deuda de 12 millones de euros, a la que se debe sumar otra de más de 10 que está pleiteando con los servicios de intervención. Probablemente por esta circunstancia la empresa ha bajado la guardia y las calles de la Ciudad presentan un estado deplorable ante la pasividad del Gobierno”, ha lanzado Caballas.