Caballas ve "legalmente inviable" el plan para reducir la población de gaviotas presentado el viernes pasado por el consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, si mantiene su intención de destinar 800.000 euros del millón en el que está presupuestado a “la sustitución de los contenedores de apertura manual por otros de cierre automático”.

Según explicó el diputado localista Juan Luis Aróstegui, el “suministro, mantenimiento y lavado de contenedores y papeleras” es “un servicio adjudicado a una empresa, Trace, en el marco de un contrato que ya ha sido ampliado en un 10%, el máximo contemplado en la legislación”. "No existe ningún argumento legal, ni la aparición de circunstancias imprevisibles ni la concurrencia de nuevas necesidades, para justificar la ampliación del contrato con Trace o la cobertura por duplicado con dinero público del mismo servicio”, ha advertido.

Cuando Trace, en febrero de 2013, se hizo cargo de la limpieza viaria, contenerización y la recogida de residuos había en las calles de la ciudad, al margen de los dedicados a la recogida selectiva (iglús amarillos, verdes y azules) 422 contenedores grises de 2.400 litros de capacidad y carga lateral y 965 de 800 litros y carga trasera. Como adjudicataria, la empresa quedó obligada a “renovar completamente el parque de contenedores específicos para papel, vidrio y envases ligeros” hasta alcanzar una ratio determinada con unidades de “las mismas características en cuanto a diseño, volumen (3.200 litros) y material de fabricación, siempre con sistema de recogida lateral”. El coste de cada uno se cifró en 794 euros.

La implantación del nuevo parque de contenedores de recogida selectiva debía ajustarse a un calendario: durante el tercer mes contado a partir del inicio de la prestación tenían que estar “la totalidad de contenedores de carga lateral específicos para envases ligeros”. Durante el cuarto mes, “el equivalente para recogida de envases de vidrio”; y durante el quinto, “los correspondientes a la recogida de papel-cartón”. De esta manera “al inicio del sexto mes de la prestación”, en verano de 2013 debía “haberse renovado el parque de contenedores de recogida selectiva existente en la ciudad”.

'Segundo escenario'

El cambio de los contenedores de ‘fracción resto’, en los que se depositan los residuos sin separar, se programó en los Pliegos para un “segundo escenario”: “Cuando la ciudad ya cuente con la infraestructura adecuada para el procesamiento de la materia orgánica (Planta de Tratamiento) la adjudicataria vendrá obligada inmediatamente a implantar en todas y cada una de las áreas de aportación existentes los nuevos contenedores para la fracción resto”, se estipuló literalmente.

Sería entonces cuando Trace estaría “obligada” a implantar “nuevas unidades de sistema de recogida lateral para fracción resto en todas las áreas de aportación, debiendo poseer las mismas características de las ya instaladas”.

La concesionaria también está obligada a “reparar y responder ante todo tipo de incidencias que se produzcan (unidades desaparecidas, incendiadas, inutilizadas, desperfectos derivados de accidentes, actos vandálicos o por desgaste de los materiales, etcétera)”, a hacer “informes pormenorizados” y a entregarlos a los servicios municipales.

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