Javier Guerrero, otrora consejero de Sanidad del Gobierno de PP, ahora líder de su propio proyecto político, Ceuta Avanza, ha salido este jueves por la noche a desmentir que la formación esté en desintegración, tal y como publicaron ayer, el miércoles, algunos digitales. Tres dimisiones en la Ejecutiva no parecen suficiente para derrumbar o “desintegrar” el proyecto de Guerrero.

“En relación a los titulares de desintegración de Ceuta Avanza, la respuesta es no. Nuestro proyecto Ceuta Avanza está más vivo y más unido que nunca”, ha resumido Guerrero. Al vivo y unido ha sumado después otros estados: “más fuertes”, “más ilusionados”. Que contrastan con lo que él mismo intuye que le pasa al PP, “está nervioso”.

Ese nerviosismo es el que explicaría los “ataques sin escrúpulos” que ha recibido y que sigue esperando para derribarle. En referencia a la investigación por supuestos abusos a menores que sigue judicializada y que igual que se hizo pública la acusación, a cuentagotas desde el equipo de Guerrero han ido haciendo públicas otras actuaciones judiciales que desmentirían la acusación y sembrarían dudas sobre la instrumentalización de recursos y funcionarios públicos para tratar de destruir su imagen de médico dedicado a sus conciudadanos.

Esa “desintegración” desmentida por Guerrero este jueves poniéndose ante las cámaras él cree que “quizás es lo que a algunos les gustaría”. Y ese nerviosismo que atribuye al PP y que justificaría esos “ataques sin escrúpulos” lo atribuye Guerrero a que cree que hay espacio en el “centro derecha liberal” para su proyecto.

Y esa es quizás un novedad, porque Guerrero ha definido este jueves ya sin medias tintas su proyecto como uno de centro derecha liberal. Alejándose de la “ideología de los que me apoyan” con la que trató de no decantarse a finales de la pasada primavera cuando presentó su partido.

Tres dimisiones en la Ejecutiva no hacen descarrilar el proyecto. Ni aunque una de ellas sea la del secretario general. “Una serie dimisiones por diversos motivos que nunca voy a analizar. Simplemente decir que son por motivos personales, familiares u otros motivos de salud”, ha resumido Guerrero. Que luego ha aseverado que se enteró de esas dimisiones por “los medios de comunicación” porque esas personas no contactaron con él. A pesar de lo que conoce los motivos de las dimisiones, que incluso ha desgranado un poco más: uno por motivos de salud, otro por problemas familiares y otra más por que la preparación de oposiciones no le dejaba tiempo para dedicar al partido.

Eso ha obligado a reestructurar una Ejecutiva en la que ya se estaban trabajando cambios profundos. Tanto que, Guerrero ha llegado a afirmar que “este tipo de personas no sólo no contábamos con ellos para la Ejecutiva que estábamos haciendo ni para todo el árbol del organigrama del partido. Y por tanto se ha hecho una reestructuración interna”. Aunque pueda sonar a venda en la herida, la habitual inconcreción o nebulosa verbal de Guerrero bien pudiera significar que no se contaba con ellos porque se sabían sus circunstancias personales.

Aunque después a añadido: “destacar siempre que Ceuta está por encima de todos los personalismos. Eso tenemos que tenerlo presente si queremos trabajar para y por Ceuta, tenemos que estar a ese nivel”. Quiere huir Guerrero de personalismos y quiere a su lado gente “leal y significada” con este proyecto. Sin personalismos salvo el suyo, porque también ha dejado claro que el proyecto es indisoluble de su liderazgo.

Y como han salido personas, hay otras que entran y eso es lo que ha presentado Guerrero este jueves para negar con una imagen el derrumbe del proyecto. De momento a su liderazgo le rodean, José Gabriel Alcalá, nuevo secretario general de la formación y tres vocales: Silvia Mendoza, Javier Medina y María Villaverde.

Junto al líder otros militantes que Guerrero ha avanzado que en las próximas semanas asumirán otras vocalías en la Ejecutiva. Para trabajar o seguir trabajando en conocer las necesidades del pueblo, las cotidianas: la falta de empleo, la subida de la cesta de la compra, las enormes deficiencias de la ciudad en materia de accesibilidad o la situación de muchos pensionistas que a duras penas pueden sobrevivir con 400 euros.

Todo para arrojar un programa que “esperamos que guste y sea aceptado” que llevará por lema “Ceuta Abierta” y que pretende ser la palanca sobre la que darle “el cambio real” a la ciudad “que necesita”.

Guerrero ha calificado a VOX de extremo y nuevamente ha manifestado huir de los extremos. Eso sí parece una constante en su línea política. Otra constante es que el partido en los últimos meses, casi desde que se presentó sólo ha salido ante la opinión pública para defenderse de titulares que según su versión siempre han buscado su destrucción y derribo. Entre ataque y ataque impera el silencio rotundo, anómalo de quién quiere un cambio real para la ciudad a escasos 7 meses de la cita con las urnas.