El presidente de la Ciudad ha devuelto este jueves a la Administración General del Estado la pelota sobre el futuro de las barriadas de Benzú y La Almadraba en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), documento en el que quedan fuera de la trama por un informe de Carreteras que no tiene compasión de su realidad y estipula un margen de 25 metros desde las respectivas carreteras nacionales que las atraviesan en el que no se podría construir nada nuevo ni hacer más que, en el mejor caso, obras de mantenimiento de los inmuebles existentes.

La delegada indicó ayer que la Administración local "sabe lo que tiene que hacer", que desde su punto de vista es aprobar provisionalmente el PGOU tal y como están las cosas para que el Ministerio, que tiene la última palabra, aplique después "sensibilidad" con esas barriadas y las incluya en ordenación.

Vivas no comparte ese criterio: "La Ciudad ha marcado una secuencia y el trámite de alegaciones no resuelve la cuestión porque es el Ministerio de Fomento el que aprueba definitivamente el documento y si damos el paso de darle el visto bueno provisional ya solo queda la última y definitiva instancia", ha advertido.

Lo que "espera" el Gobierno local es que el Ministerio "atienda las alegaciones que hemos formulado para que ni La Almadraba ni Benzú queden fuera de ordenación". "Si lo hace, para lo que he pedido una cita al ministro ya que no quiso o pudo verme cuando estuvo en Ceuta, se rectificará y el carril está expedito, pues el Plan contemplará la ordenación de esas dos barriadas", ha dejado claro.

En el último Pleno, cuando el Ejecutivo confesó que persistía el problema de las dos zonas en respuesta a una interpelación de Caballas, el consejero de Fomento apuntó que su intención era precisamente aprobar de manera provisional el PGOU y después, cuando se consiguiese torcer el criterio de Carreteras, corregir el documento. La insistencia de los localistas llevó al Gobierno en esa misma Sesión a cambiar de criterio.