El Gobierno de la Ciudad está encantado con el resultado que está dando el veto a la entrada de porteadores pactado por las autoridades españolas y marroquíes, que comenzó el jueves de la semana pasada, día de Nochevieja, y que se extenderá hasta el 12 de enero, una vez superada la fiesta que conmemora el fin del Protectorado francés en el país vecino.

El portavoz del Ejecutivo local ha asegurado este lunes que la medida "está dando el resultado apetecido", que se está recibiendo a más turistas del país vecino, que en la frontera del Tarajal hay más fluidez y que los ceutíes también pueden desplazarse más cómodamente al Reino alauita por razones familiares, de ocio o de compras.

"En este ámbito no podemos hacer mucho más que aconsejar pero recomendaremos limitar el paso a la ciudad de porteadores porque a esta problemática alguna solución se le tiene que dar", ha argumentado Jacob Hachuel, que ha asegurado que, en paralelo, la Ciudad Autónoma seguirá apretando a las 'naves consigna' que no generan empleo y son, según su análisis, una de las fuentes principales de los colapsos.

"Mantendremos el trabajo de inspección y clausura si no se cumple con los permisos porque esas naves no generan empleo ni ingresos de IPSI", ha avanzado el consejero, que ha dejado claro que el "cierre" de los polígonos no se plantea a pesar de que su "rentabilidad" para Ceuta es económicamente exiguo (unos 10 millones en ingresos impositivos, unos 6 en gastos) o nulo a la vista de que "el comercio se ha visto muy mermado".

El balance es, por tanto, "francamente negativo" y el objetivo es "normalizar y optimizar" tanto los polígonos como su entorno.