El candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Javier Varga, ha vuelto a ponerse delante de los micrófonos de los medios de comunicación este miércoles 10 de mayo. Él mismo ha recordado cuándo había sido la última vez. Febrero de 2020. Lo ha hecho para reivindicar que nunca se fueron. Entonces salieron para valorar la sentencia que les dio la razón en su denuncia a la Fiscalía sobre el cobro indebido en plus de residencia de varios miembros de la Asamblea de la Ciudad, entre ellos el presidente, Juan Vivas, y su mano derecha esta legislatura, Mabel Deu. “Hemos estado aquí”, ha apostillado Varga. Aunque eso sí, después trató de pasar por alto que otra de sus denuncias, la de los pagos de ACEMSA, una vez archivada por la Audiencia Provincial, no encontró recurso alguno por parte del partido.

Varga ha presentado este miércoles el programa de Ciudadanos. Lo ha desgranado casi punto por punto para reivindicar que su formación aspira “no sólo a solucionar los problemas, también a mejorar la vida de los ceutíes”.

Los problemas son el empleo y la vivienda, como número uno y número dos, en las preocupaciones de los ceutíes, según ciudadanos.

Para generar empleo, la formación ha reunido un puñado de propuestas, que buscan potenciar el tejido económico, en especial las pymes locales. “El sistema de asistencia social que tiene desplegado la Ciudad no sería necesario si los ceutíes encontrasen trabajo para atender las necesidades de su familia”, ha explicado Varga.

Pero más allá de querer apostar por simplificar la vida y los impuestos a las empresas del sector comercial, servicios y de la construcción para que puedan generar más empleo o apoyar a los jóvenes emprendedores tecnológicos, de momento, al partido no le queda otra que apostar por Planes de Empleo:

“No nos gustan los Planes de Empleo. Sabéis que pensamos que son pan para hoy y hambre para mañana. Pero somos conscientes que hay familias en Ceuta que necesitan pan para hoy”, ha explicado Varga.

Por eso ha justificado que sí, que incluyen en su programa dos planes de empleo, pero “afinándolos” para que recuperen su sentido originario. Las modificaciones pasarían por en primer lugar generar uno para que se beneficien quienes están en situación de especial vulnerabilidad y dotándoles de más peso formativo para intentar que de verdad sirvan a la inserción laboral posterior al periodo de empleo. El otro plan de empleo se destinará a jóvenes y recién titulados para permitir que adquieran experiencia y puedan luego tener más facilidades para trabajar.

Y todo con dos modificaciones. Quiere Varga que saber leer y escribir sea requisito indispensable para poder acceder a estos programas de empleo y guardar un 25 por ciento de plazas para personas con discapacidad.

También considera Varga que se están desaprovechando oportunidades en materia turística. “Hay 12 millones de personas ahí al lado (Costa del Sol y Cádiz) que se preguntan todos los días qué vamos a hacer mañana. Tienen Ceuta a tiro de piedra y no encuentran una oferta turística para visitar nuestra ciudad”, ha explicado.

¿Y cómo se cambia eso? Pues al parecer con la convocatoria, por primera vez, de una acreditación oficial para los guías turísticos.

Más Europa y Menos Marruecos

Varga no ha presumido de la labor hecha por Ciudadanos y su eurodiputado, Jordi Cañas, a raíz de la crisis migratoria de mayo de 2021. Pero sí ha usado buena parte de su discurso para reivindicar que Ceuta tiene que mirar más a Europa y menos a Marruecos, para evitar entre otras, el chantaje del país vecino.

La exclusión de Ceuta de la Unión Aduanera, entiende el candidato de Ciudadanos, que se ancla en los años 80 en una situación que recoge “prioridades del siglo pasado” cuando el futuro de la ciudad parecía pasar más por el comercio transfronterizo que por el de ultramar. “Esto ha cambiado y no va a volver”, ha sentenciado Varga.

Su partido propone integrarse en la Unión Aduanera sin perder los actuales beneficios fiscales. Y todo eso sin “rechazar la apertura a Marruecos”, pero siendo conscientes que hoy por hoy es Marruecos quien “rechaza” ese comercio transfronterizo y “pone obstáculos” al mismo.

Por eso Ciudadanos no quiere “una aduana comercial en manos de Marruecos”, que le sirva como “una herramienta más de presión para sus pretensiones”.

Considera que el anuncio de la apertura de esa aduana comercial es poco menos que un señuelo del actual Gobierno de la Nación, pero también del de la Ciudad para que “Ceuta no mire hacia donde tiene que mirar: Europa”.

Por eso su apuesta programática pasa por “desarmar todas las barreras que se montaron en su día para que el comercio pueda llegar a la Unión Europea”.

Esto es, la entrada en la Unión Aduanera de pleno derecho y con las ventajas fiscales y hacia el otro lado, exigir a Europa que la frontera del Tarajal sea europea de verdad, que la propia Unión se involucre en su gestión y su mantenimiento y en la exigencia a Marruecos de que el paso funcione como una verdadera frontera exterior de la Unión Europea, incluyendo la necesidad de visado Schengen para cruzarla e incluyendo la recuperación de la zona de nadie para la gestión europea. Una gestión que de haber estado así en mayo de 2021, cree Varga, se habría evitado todo lo sucedido.

Vivienda

El segundo problema que dice Ciudadanos tienen los ceutíes es el de la vivienda, “todos lo tenemos”, ha manifestado el candidato Varga. Ha desdeñado la promesa electoral del PSOE de hace 4 años de construir 1.500 viviendas. “No sé si esta vez prometen más o menos”, ha parecido querer ironizar.

Para Ciudadanos el de la vivienda es un “problema heredado” que llevará muchos años poder arreglar. Por eso sus propuestas aquí pasan por abordar el asunto tabú de la infravivienda y las viviendas construidas irregularmente. Lo harían ofreciendo “viviendas nuevas y agradables” a quienes han optado por la vía del medio y levantarse un techo en cualquier parte. Se las ofrecerían en la cercanía y de forma voluntaria, en el convencimiento de que la gente será “sensata” y aceptará el trato.  Eso permitiría a su vez liberar suelo para generar nuevos servicios y cambiar los actuales “barrios surgidos de la nada sin ningún servicio”.

Y además, Ciudadanos ha denunciado “fraude” en las ayudas de vivienda. Lo ha hecho sin mencionar el Caso Emvicesa. “Es un secreto. Nadie sabe cuántas ayudas al alquiler paga la Ciudad. Tal vez porque si se supiera las cifras serían escandalosas”, ha dejado caer Varga.

El de Ciudadanos cree que “si se persiguiera el fraude se solucionaría buena parte del problema haciendo llegar las ayudas a quien realmente las necesita”.

Pero “el PP no lo ha hecho. El PSOE no lo va a hacer. Y otros partidos viven de la voluntad de quienes defraudan en materia social”, ha sintetizado Varga.

Ciudadanos ha denunciado además que el actual Gobierno de la Ciudad no explota todas las posibilidades que ofrece el Plan Nacional de Vivienda y sólo se acoge a dos vías de las cinco o seis que ofrece, pidiendo sólo ayudas para el alquiler para jóvenes y para colectivos vulnerables, cuando hay líneas de ayuda hasta para la compra de vivienda. Y todo con un presupuesto “ridículo de 200.000 euros”.

Mejorar el transporte público y tender hacia su gratuidad, impulsar la nueva movilidad habilitando por ejemplo en los parking públicos espacios para dejar con seguridad bicis y motos o patinetes, regular el uso compartido de aceras por bicis y patinetes forma parte también del programa de Ciudadanos.

Impulsar la vida cultural, apostando para ello por impulsar la actividad de las asociaciones y  comunidades de vecinos, completarían el programa de la formación en otras materias.

Estatuto de Autonomía y competencias

Pero quizás una de las cosas más llamativas del programa de Ciudadanos es la apuesta por reformar el Estatuto de Autonomía. Un viejo mantra de las formaciones localistas que curiosamente recupera el partido naranja, que abogó en su día por sino recentralizar sí optimizar la descentralización del Estado, en una clara herencia de UPyD.

Ciudadanos quiere al menos tocar el texto autonómico para aquellas cuestiones en las que todas las formaciones parecen estar de acuerdo, y resolver por ejemplo, de una vez por todas el encaje constitucional de la Ciudad Autónoma.

Pero no sólo, también cree que es la vía para comenzar, “al menos a negociar competencias en materia de Educación y Sanidad”. Tras 25 años de gestión directa del Estado en esos ámbitos los resultados medidos en indicadores de calidad de esos dos servicios, pilares básicos del Estado del Bienestar son los que son: malos.

Por eso Ciudadanos quiere que de una vez por todas sean los ceutíes los que puedan decidir cómo quieren que sea la educación de sus hijos, los profesores que necesitan, las infraestructuras que hacen falta y un largo etcétera.

Y algo similar, aunque con matices para la sanidad.