La ciudad mantiene su apuesta por dar libertad absoluta a los establecimientos para que puedan abrir sus puertas durante los 365 días del año, marco que solo consiente también Madrid. Los sindicatos han criticado que no resuelve la crisis del sector y que perjudica a los trabajadores.

El Gobierno de la Ciudad ha hecho caso omiso a la petición sindical de repensar al menos la libertad absoluta de horarios comerciales que solo comparte Madrid y este viernes ha publicado en el BOCCE un Decreto en virtud del cual mantiene que "en el ámbito territorial de Ceuta, los comercios podrán permanecer abiertos al público todos los domingos y festivos del año 2018".

La Ley 1/2004 de horarios comerciales establece que, con carácter general, el número mínimo de domingos y festivos en que los comercios podrán permanecer abiertos es de dieciséis. A partir de ahí, las Autonomías pueden incrementar o disminuir dicho número (no por debajo de diez) y cada comerciante determina libremente el horario de apertura en esos domingos y festivos.

Para determinar los domingos y festivos en que se autoriza la apertura se atiende a criterios como: coincidencia de dos o más días festivos continuados; periodos de rebajas; afluencia turística o la campaña de Navidad. 

La libertad total de horarios implantada desde hace doce meses no ha servido, a juicio de CCOO, para aumentar la demanda por el mero hecho de que los establecimientos se mantengan abiertos durante los 365 días del año. "Sin embargo, las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores del sector han empeorado notablemente, ya que se ven obligados a trabajar domingos y festivos sin recibir una retribución específica por ello y se ha hecho imposible la conciliación de su vida laboral y familiar, al prestar sus servicios en las fechas en las que los demás miembros de sus familias disfrutan su descanso semanal", ha alertado sin ningún éxito el sindicato.

CCOO y UGT plantearon que se permitiese abrir los comercios 25 domingos y festivos al año: todos los domingos de junio, julio, agosto y diciembre y el primero del resto de los meses excepto enero. Para las centrales de clase, la prolongada crisis que sufre el comercio local, que "se ha ido reestructurando y redimensionando de manera desordenada provocando un notable debilitamiento del tejido productivo y una lamentable destrucción de empleo", no se ataja permitiendo que los comercios abran todos los días del año.

El Gobierno está estudiando poner en marcha, a través de PROCESA, una línea de ayudas para contribuir a sufragar el coste laboral de la apertura en fines de semana y festivos.