El Consejo de Estado ha remitido al fin el dictamen que solicitó la Ciudad sobre el nuevo Reglamento del Consejo de Gobierno rigiéndose como una autonomía más y no como una entidad local. Una decisión que avala el Consejo de Estado que ratifica que el reglamento se ajusta a la legalidad y a las competencias del Gobierno de Ceuta al entender que la ciudad autónoma es eso, una autonomía más y no un ayuntamiento, esto es, se rige por su Estatuto de Autonomía y no por la Ley de Bases del Régimen Local. Una decisión que contradice varias sentencias que en su día dieron la razón a UGT al considerar que era justo al contrario y el Gobierno local no tenía potestad para nombrar a dedo a viceconsejeros no electos o personal eventual a su libre albedrío, como si fuera una Comunidad Autónoma, sino que debía acatar la legislación que rige para los ayuntamientos. Sentencias que, a la postre, tumbó el TSJA al entender que UGT no estaba legitimado para interponer la denuncia.

Una discusión competencial que zanja el Consejo de Estado, el más alto organismo consultivo del país, ha subrayado Susana Román, Consejera de Economía y Hacienda y este viernes portavoz accidental ante la ausencia de Hachuel. Para Román el dictamen del Consejo de Estado es un “salto cualitativo” para Ceuta, que tiene clara ya su jerarquía de competencias. Y es que, aunque el dictamen no es vinculante, sí es muy influyente al provenir del máximo órgano consultivo, insistió Román que aseguró que el presidente, a quien se lo había preguntado personalmente, no tiene en mente una modificación de la estructura de su Gobierno. “Esto marca un antes y un después con el respaldo del organismo con más solvencia”, resumió insistiendo en que un dictamen “de este calado y este volumen es de las mejores noticias de esta legislatura”.

No son todo parabienes en el dictamen. El Consejo de Estado también recomienda reducir en la medida de lo posible el número de personal eventual de designación directa, un consejo que Román entiende “razonable”.

Además, aunque no hay un límite prefijado, ni en el número de consejeros, ni en el número de éstos no electos, ni en el de viceconsejeros ni tampoco en el volumen de eventuales, el Consejo de Estado sí apunta que debe fijarse un límite y ha de marcarlo el propio Consejo de Gobierno. Y habrá, por otra parte una limitación: los miembros no electos del Consejo de Gobierno no podrán sustituir al presidente en su ausencia.