Las llamadas telefónicas y las conversaciones grabadas en las últimas semanas en el despacho del ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, con el ex delegado del Gobierno en Ceuta y amigo íntimo Luis Vicente Moro, han sido claves en la Operación Lezo.  Así se refleja en el auto al que ha tenido acceso Ceuta al Día.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, instructor del caso de corrupción en torno a la empresa pública madrileña de aguas, Canal de Isabel II, investiga también al ex delegado del Gobierno del PP Luis Vicente Moro por sus tratos con el ex presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, encarcelado desde el pasado viernes. Su nombre figura en un listado de 60 personas que el Juzgado Central de Instrucción número 6 envió a distintos registros de la propiedad para embargar los bienes de los principales imputados.

Unas conversaciones en las que González y Moro hacen referencia al escándalo sobre la supuesta intención de crear un servicio secreto en la Comunidad de Madrid y en las que niega su relación con el caso. “En ambas conversaciones -una con Lui s Vicente Moro y otra con Eduardo Zaplana, detalla el auto del Juez Velasco al que ha tenido acceso Ceuta al Día- Ignacio González califica como montaje el video del espionaje a Colombia donde se hace referencia a la sociedad panameña Lauryn Group INC , al banco suizo Anglo Irish Bank y al bufete Igra, hilándolo con el documento que habría recibido recientemente con la información de la supuesta comisión por la adjudicación del tren Móstoles-Navalcarnero”, explica el sumario

Luis Vicente Moro fue nombrado delegado del Gobierno en Ceuta en 1998 por el Gobierno de José María Aznar, cargo en el que permaneció hasta 2004, cuando el PP perdió las elecciones generales. Durante su etapa como delegado del Gobierno en Ceuta, según las diferentes crónicas periodísticas, Luis Vicente Moro trabó amistad con Ignacio González, entonces secretario de Estado de Inmigración a las órdenes del ministro de Interior Ángel Acebes. Una relación de amistad que se prolongó en el tiempo más allá del cese de sus respectivos cargos y que en 2008 se elevó a un segundo nivel de colaboración. En junio de aquel año, Luis Vicente Moro entregó a Ignacio González el proyecto de servicio secreto para la Comunidad de Madrid, un servicio de espionaje que se sospecha estaba ya en funcionamiento con los gobiernos de Esperanza Aguirre.

“Yo soy amigo personal de Ignacio González y coincidí con él en la época anterior. Hablamos de la posibilidad de crear algún servicio, con el amparo y la legitimidad que tienen los servicios en el País Vasco y en Cataluña. Era un servicio para proteger a los altos cargos de la Comunidad de Madrid, pero nada más que eso”, explicaba el propio Moro en una entrevista a El País en 2009.