El reputado analista y escritor analiza la “guerra híbrida” de Marruecos en la entrada masiva de inmigrantes en el pasado mes de mayo y avisa que la victoria en esta batalla pasa por controlar el relato y en este caso tal vez no hubo vencedores ni vencidos: “Me atrevería a decir que quedó en tablas”.
El mundo está cambiando ante nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Como placas tectónicas, los bloques del mundo se mueven en rumbo de colisión sin que seamos conscientes de ello. Un mundo cambiante, en el que la guerra es “híbrida” y en el que los equilibrios de poder cambian y el escenario muta. Un nuevo mundo muy difícil de comprender para un civil de a pie.
“Estamos en una era diferente, hemos entrado en un nuevo mundo y probablemente no seamos conscientes porque estamos siendo protagonistas, estamos incluso siendo actores”. El aviso no es de un cualquiera. Quien nos alerta de que entramos en un territorio ignoto es Pedro Baños (León, 1960), coronel del Ejército de Tierra en la reserva, especialista en defensa, seguridad, terrorismo yihadista e inteligencia, convertido desde que dejara la vida militar en un reputado analista, un incansable conferenciante, y, sobre todo, en un escritor de éxito y gurú de la geoestrategia. Un currículum con el que no extraña en absoluto que se agotaran las invitaciones disponibles para escuchar este martes en el Casino Militar su conferencia sobre el contexto geopolítico mundial, invitado por el Centro de Historia y Cultura Militar de Ceuta.
El "interesantísimo" futuro de Ceuta
Un contexto en el que, aunque parezca increíble, Ceuta tiene mucho que ganar si está atenta. “El calentamiento global va a revalorizar todavía mucho más el interés geopolítico y geoestratégico de Ceuta, algo de lo que quizá los ceutíes no son plenamente conscientes”.
"Todo lo que sale, no solo del Mediterráneo sino también del mar Adriático o del Mar Negro va a dejar de pasar por el Canal de Suez y va a pasar todo por el Estrecho de Gibraltar para salir por el Ártico".
¿El calentamiento global? Pues sí, el calentamiento global. Lo explica así el coronel Pedro Baños: “Ya este invierno, incluso en febrero, en los meses más duros, empezaron transitar por el ártico buques mercantes de gran tonelaje, de gran calado. Se esta reduciendo a la mitad el trayecto entre los dos grandes polos, que es Asia, que va creciendo muchísimo, no solo China, y Europa, que todavía es el gran consumidor. ¿Qué significa esto? Que todo lo que sale, no solo del Mediterráneo sino también del mar Adriático o del Mar Negro va a dejar de pasar por el Canal de Suez y va a pasar todo por el Estrecho de Gibraltar para salir por el Ártico. Quien controle el Estrecho va a tener una gran capacidad de presión sobre sus adversarios. Si EEUU y sus aliados controlan los dos lados del Estrecho, ¿qué va a significar eso para los rusos cuando salgan de su base de Sebastopol en Crimea? Y esto tiene un gran interés para Ceuta, mucho más de lo que pensamos”.
El mapamundi geoestratégico está moviéndose. Y hay que estar alerta, recomienda Baños: “Es un mundo que está evolucionando muy rápido, un mundo que está cambiando de una manera impresionante, con un ritmo acelerado como nunca había sucedido y está variando todo lo que antes significaba estabilidad mundial y lo está haciendo de una manera pasmosa. Empezando por EEUU, que está decreciendo su poder y su influencia mientras la está ganando otro país, que es China. Pero se está modificando todo, aspectos tecnológicos, económicos y como digo esto va convulsionar el escenario mundial y tenemos que estar alerta para intentar ser parte porque si no, ya no solo España sino toda Europa nos podemos quedar completamente al margen”.
La “guerra híbrida” de Marruecos
El mundo cambia y la guerra también. Ya no es estrictamente necesario usar medios militares. Se puede disparar niños. Ceuta lo sufrió el pasado mes de mayo con la entrada de alrededor de 15.000 personas en una entrada masiva con la connivencia de las autoridades marroquíes.
"La guerra ha variado muchísimo, ya no se hace con medios convencionales, invadiendo con medios militares. Hoy en día la guerra sigue el modelo de guerra híbrida y se utilizan medios diferentes y lamentablemente se emplea a las personas, con falta de pudor en algunos casos, llegando a utilizar incluso a niños o bebés"
“El problema es que se está utilizando, lo vemos en otros escenarios, a las personas como instrumento de guerra, como instrumento para presionar al vecino, para presionar a un país con el que no nos llevamos especialmente bien o con el que se tienen algunas diferencias. Efectivamente es otra manera de hacer la guerra. La guerra ha variado muchísimo, ya no se hace con medios convencionales, invadiendo con medios militares. Hoy en día la guerra sigue el modelo de guerra híbrida y se utilizan medios diferentes y lamentablemente se emplea a las personas, con falta de pudor en algunos casos, llegando a utilizar incluso a niños o bebés para presionar al vecino, para conseguir objetivos económicos o geopolíticos o simplemente de imagen o de desprestigio”.
Un ataque usando la presión migratoria que viene sufriendo estos días también Polonia, aunque, en este caso, la respuesta ha sido muy diferente. “La respuesta depende del pueblo, depende de los gobernantes, depende de muchas circunstancias. Ahora mismo el Gobierno de Polonia tiene muy poco que ver con el Gobierno que existe en España y evidentemente se reacciona de maneras diferentes. Pero, independientemente de quien esté en el Gobierno hay que pensar que España es también diferente, es un pueblo muy abierto, muy tolerante, hemos sido siempre inmigrantes y la mayoría de la población ve con buenos ojos al inmigrante, esa es la realidad. Pero eso no significa que podamos abrir las puertas de par en par, eso es algo lógico, podríamos estar hablando de cientos de millones de personas que querrían venir al continente europeo. Tiene que haber algo más, tiene que haber una estrategia más allá de las ideologías y las políticas, pero siempre, muy importante, pensando en la seguridad humana, que debe de ser lo más importante”.
Pero, ¿cómo responder ante una situación de estas características, ante un “ataque híbrido?”. Para Baños, como en la vida, “lo más importante son las lecciones que podemos extraer”. En este caso el analista cree que debemos ser muy conscientes de la capacidad que puede tener un país vecino para presionarnos de esa manera o, muy importante, señala, “para intentar perjudicar nuestra imagen”. Porque la guerra ha cambiado y, por tanto, también ha cambiado el concepto de victoria. Ya no hay desfiles militares ni basta con izar una bandera. El territorio a conquistar son ahora los medios de comunicación: “Hay que tener en cuenta que en esta guerra híbrida hay algo que es trascendental y es la narrativa. El discurso. Esa narrativa, si la trasladas a los medios internacionales puedes causar mucho daño al país que intentas perjudicar y por tanto hay que aprender muy bien esa lección, de tal manera que revirtamos el proceso y seamos nosotros los que creemos una contra-narrativa que nos beneficie”.
Marruecos lo está haciendo muy bien y tenemos que pensar cómo reaccionar a todo lo que está llevando a cabo Marruecos. Al final es un vecino con el que nos tenemos que intentar llevar lo mejor posible pero también tenemos que ser lo suficientemente asertivos, lo suficientemente firmes para estar en nuestro lugar.
¿Y quién resultó vencedor en esta batalla por el relato? Baños no lo tiene del todo claro. “Me atrevería a decir que quedó en tablas. Hemos de ser muy claros, Marruecos lo está haciendo muy bien y tenemos que pensar cómo reaccionar a todo lo que está llevando a cabo Marruecos. Al final es un vecino con el que nos tenemos que intentar llevar lo mejor posible pero también tenemos que ser lo suficientemente asertivos, lo suficientemente firmes para estar en nuestro lugar. Hay que tener en cuenta que Marruecos está consiguiendo hoy en día unos apoyos internacionales diplomáticos que verdaderamente son pasmosos y que probablemente hoy en día no tenemos en España. Lo cual no deja de ser preocupante si esta situación se repite quién nos iba a apoyar.
Y aunque resulte duro verlo desde este lado, Baños cree que "Marruecos lo hizo bastante bien", para sus intereses se entiende. "Marruecos supo incluso tergiversar algunas de las imágenes para que aparecieran de forma diferente en algunos medios internaciones. Tenemos que aprender a hacerlo incluso mucho mejor. Esto nos puede pasar en este escenario o en cualquier otro. Por eso es muy importante el manejo del discurso, de la narrativa, para tratar de influir en la población, que es lo que trata en la guerra hibrida”.