Una comunicación en la que se ordenaba el cese inmediato del abono en las nóminas de esos complementos. Este decreto demuestra según las fuentes de Ceuta al día que Álvarez actúo de todo momento conforme a legalidad, ya que en cuanto el fiscalizador de nóminas descubrió el error, se dio parte del mismo a la Unidad Técnica para acabar con la irregularidad. Es más, tras esta petición, y una vez comprobado que el pago se seguía efectuando, se abrió un expediente al respecto al responsable de la Unidad. Ya fue como última medida que Álvarez decretó la rectificación del método de cálculo antes de cesar en el cargo, en un intento de poner solución al conflicto de forma previa a ocupar un nuevo puesto en el organigrama municipal.
Un ejemplo de la disposición de la viceconsejera de acabar con esta situación es precisamente la apertura de dicho expediente, que una vez se inició dio comienzo a una serie de comunicados en los que se atacaba duramente e incluso se denunciaban supuestas irregularidades de Adelaida Álvarez, firmados por el sindicato al que pertenece el responsable de la Unidad Técnica de Habilitación de Nóminas. Y es que el trasfondo de la lucha por el poder sindical en la Asamblea tendría mucho que ver con esta polémica, según apuntan diversas fuentes del propio Ayuntamiento. A falta de poco más de tres meses para las elecciones de representación laboral en la Ciudad, la información desvelada por UDCE-IU podría haber sido filtrada desde una oficina sindical con la única intención de desestabilizar a alguno de los aspirantes a la Junta de Personal del Ayuntamiento. Una lucha cainita por el poder en la que no hay compañeros, amigos ni conocidos.
En la recámara también queda qué sucederá en el futuro con los trabajadores que han recibido en sus nóminas los complementos en contra de lo marcado en la reglamentación. Una circunstancia que fue norma en las oficinas municipales hasta que con la llegada del GIL al poder y de Juan José Rosales a las responsabilidades de Personal se puso punto y final a una práctica que, si bien era costumbre en la casa, no respetaba la legislación. Desde entonces se cumple estrictamente la norma en los funcionarios destinados a trabajos de superior categoría. En la posición anterior tan sólo quedan unos pocos trabajadores municipales, que se enfrentan ahora a la duda de si deberán reingresas cantidades que han estado recibiendo durante años.