Exactamente un año y una semana después de, el 22 de octubre de 2011, decir que la Ciudad ahorraría "medio millón de euros anuales" licitando de forma conjunta la factura de la luz de la Administración local y el mantenimiento de su infraestructura, con lo que su coste pasaría a 1,7 millones de euros al año, el portavoz del Ejecutivo local, Guillermo Martínez, ha afirmado este lunes que el Gobierno de Juan Vivas piensa dejar de gastar "entre 350.000 y 400.000 euros" cada ejercicio haciendo exactamente lo contrario.

El BOCCE anunció la semana pasada que "razones de interés público" amparaban la renuncia a la citada licitación, de la que se llegaron a abrir las ofertas recibidas, y este mediodía el portavoz gubernamental ha ampliado que dichos argumentos lo son de índole económico.

Esto es, que en los tiempos de restricciones que corren no es asumible emprender la renovación por luminarias de bajo consumo y comprometer un concurso a 14 años vista, como se planteó inicialmente, con el pago de la factura de la electricidad y el mantenimiento de la red de forma conjunta. Todo ello a pesar de que, en reiteradas ocasiones, se dijo que con ello se lograría una minoración del gasto.

Ahora la Ciudad piensa asumir con personal propio las labores de mantenimiento del alumbrado público y "rebajar la potencia de la luz pública durante la madrugada". El resto de los trabajos a ejecutar en el equipamiento lumínimco sí saldrá a licitación, presumiblemente para un periodo de seis años.

"Se seguirá contemplando la colocación de bombillas LED, pero no de manera generalizada, acción que superaría las posibilidades presupuestarias, sino puntual y, por otro lado, la duración del contrato no será de 14 años sino de 6, previsiblemente", ha esbozado el portavoz.

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