VIVAS APELA A LA "RESPONSABILIDAD"

"La evolución es favorable, pero no cabe bajar la guardia: enero y febrero pueden ser horribles"

"La evolución es favorable, pero no cabe bajar la guardia: enero y febrero pueden ser horribles"
vivas gráfica covid
Vivas, este martes, durante su comparecencia.
"Si las cosas no se hacen bien ahora", advierte el presidente con las Navidades a la vuelta de esquina, "con el factor de riesgo que supone el invierno podemos pasar unos meses de enero y febrero horribles". Por eso, pese a la caída de la curva de contagios, la positividad y la presión hospitalaria, “no cabe la relajación ni bajar la guardia, pues sería absolutamente irresponsable”

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha comparecido este martes ante los medios para congratularse por que se haya conseguido "contener y doblegar" la curva de contagios de la COVID-19 que hace dos semanas parecía "un muro" en Ceuta. “La evolución es favorable, pero no concluyente porque no ha pasado el tiempo suficiente para hablar de un cambio sólido de tendencia y nos queda muchísimo camino por recorrer para salir de la zona de extremo riesgo”, ha advertido el líder del Ejecutivo local, que en varias ocasiones ha exigido "prudencia" y "responsabilidad" a la ciudadanía para no dar pasos atrás. "No cabe bajar la guardia", ha resaltado.

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, Vivas ha alertado de que "muchas voces autorizadas nos dicen que para Ceuta, el conjunto de España y el mundo, si las cosas no se hacen bien ahora, con el factor de riesgo que supone el invierno, podemos pasar unos meses de enero y febrero horribles, muy duros porque además la segunda oleada nos está azotando en términos de mortalidad con mucha intensidad: los fallecimientos han pasado de 4 a 51, es un 90% más alta que a nivel nacional y un 23% los está causando la COVID”, ha recordado.

El presidente ha hincapié en que durante el mes de noviembre han fallecido 29 ceutíes por la pandemia, unas cifras “terroríficas y escalofriantes”, y ha transmitido su pésame y “un abrazo fraternal” a las familias y amigos de las víctimas, así como “ánimo” para superar la enfermedad a quienes actualmente son casos activos.

No obstante, hay visos para la esperanza. Vivas se ha preguntado retóricamente si las medidas restrictivas adoptadas están siendo eficaces para contener la propagación del virus, estabilizar la presión hospitalaria y disminuir las muertes y ha concluido que, a la luz de los “datos objetivos y evaluables”, sí: la incidencia acumulada de positivos en 14 días ha pasado de los 1.071 del 11 de noviembre a los 577 de este lunes, “un descenso del 46%, una cifra notable que adquiere más relevancia si la comparamos con la evolución del conjunto nacional, que ha sido de un -27%”.

“Debemos decir que no estamos fuera de la situación de extremo riesgo, nos queda mucho camino por recorrer y para llegar a las medias nacionales debemos reducir estas cifras en 202 casos y en 327 para salir de esa catalogación”, ha advertido antes de valorar también la caída del índice de positividad que arrojan las pruebas y tests que se realizan tras el “gran esfuerzo” realizado para incrementarlas, pasando de 621 a 2.192, por encima de la ratio estatal por 100.000 habitantes.

“El INGESA ha multiplicado tres el número de pruebas diagnósticas que realiza y la Ciudad ha montado el ‘punto COVID’, que está teniendo una gran acogida por parte de la ciudadanía, con un 94% de asistencia a las citas”, ha destacado. Sobre la presión hospitalaria, ha indicado que el número de internados ha caído un 43%, de 49 a 28 personas ingresadas, con lo que actualmente el porcentaje de camas ocupadas ha caído al 15%, “justo en el umbral de alto riesgo, del que esperamos salir en los próximos días”. En la UCI la ciudad sigue moviéndose por encima del 40% de saturación, “una desviación notable sobre el resto del país que nos coloca en el quinto puesto de mayor riesgo, aunque el INGESA tiene preparada una acción de contingencia por si fuera necesario aumentar su número de puestos”.


"No cabe la relación"

“Las medidas contenidas en el decreto de alarma están siendo eficaces: se ha contenido y se ha doblegado la curva de contagios, se ha mejorado muy notablemente la positividad y el número de pruebas que se practican y la presión hospitalaria está estabilizada”, se ha congratulado sobre los “temores” que más le perturbaban hace un mes.

No obstante, “no cabe la relajación ni bajar la guardia, pues sería absolutamente irresponsable”. Al contrario, "se impone la prudencia y para ello tenemos diseñada una estrategia basada en cuatro ejes: mantener las actuales limitaciones de movilidad y actividad social al menos hasta el 10 de diciembre; extremar las medidas de prevención en las residencias de mayores y con los colectivos vulnerables y esenciales; sostener el incremento de las pruebas que se realizan y el trabajo de rastreo; y analizar a diario cómo evolución las distintas variables de contagios y presión hospitalaria para mantener, relajar o intensificar las restricciones”, ha enumerado.

"La evolución es favorable, pero no cabe bajar la guardia: enero y febrero pueden ser horribles"


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