Los expedientes de los menores marroquíes acogidos, esto es la parte que compete a la Ciudad , estarán listos “en un mes o mes y medio”. Ese al menos es el cálculo del Gobierno de la Ciudad, según ha explicado el presidente Juan Vivas en una entrevista a RTVCE. “Todos esos informes  —alrededor de 260— pueden estar hechos, no quiero decir que el retorno ya sea una realidad pero la parte de los informes estarían en ese plazo”.

Un trabajo para el que la Ciudad cuenta con el apoyo del Gobierno central y para el que ya ha empezado as contrataciones. La Ciudad ha contratado ya por 3 meses a 12 trabajadores sociales y 8 traductores a través de la bolsa de empleo y Tragsatec. “Hoy ya tenemos los medios definidos y diseñados y la Consejería de Presidencia, en lo que concierne al Área de Menores, y por parte de la Delegación de Gobierno esta aplicando los medios  necesarios para hacerlo en el más breve plazo posible”, explica, “ahora hay que aplicarse a fondo para resolver el problema cuanto antes por la dimensión que tiene el problema y  por la causa que lo origina. Ambas administraciones seguiremos trabajando al margen de colores políticos”.

Vivas sigue defendiendo el Acuerdo de 2007 como la mejor herramienta disponible para dar solución aun problema que desborda a la ciudad autónoma. “Marruecos no es ningún país fallido, no es un país en guerra y tiene suscritos todos los convenios internacionales de protección al menor,  es un acuerdo entre dos países fronterizos. Lo normal es que si un país quiere que retornen sus menores”. “El retorno asistido es una figura que jurídicamente no esta recogida en la Ley de Extranjería, pero está concebida para dar respuesta a situaciones como las que hemos vivido(…) No entendemos que eso sea una repatriación, tiene un sentido de más envergadura, no es eso, es alguien que ha llegado de la manera que llegó y una vez que nos aseguramos que no es de un colectivo vulnerable se le devuelve a su país”.

El presidente reprocha el mensaje que trasladan organizaciones como Red Española de Inmigración. ¿Donde está el límite? ¿Cada vez que se produzca un episodio así tiene Ceuta que modificar sus servicios, sus instalaciones, su sistema educativo. Ceuta no está en condiciones de asumir la pobreza infantil que hay en Marruecos”.