Si el Gobierno español pensaba que sin Cecilia Malmström al frente del departamento de Interior de la Comisión Europea se acabarían los recelos de las instituciones comunitarias a sus políticos en las ciudades autónomas para hacer frente al fenómeno migratorio se equivocaba. La Comisión "está al tanto de las presiones migratorias a las que hace frente España en sus fronteras exteriores en Ceuta y Melilla" y además le "preocupa" la información recibida "acerca de las expulsiones sumarias de estos inmigrantes a Marruecos y los malos tratos que reciben".

Así ha contestado el nuevo comisario europeo de Interior, Dimitris Avramopoulos, que en marzo prevé venir a las ciudades españolas norteafricanas, a una pregunta por escrito de la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa, que pidió saber si la Comisión Europea "tiene intención de emprender una investigación para aclarar las agresiones" a migrantes y "qué medidas se pueden emprender contra España en caso de que se confirme una mala praxis policial en la frontera".

El griego ha señalado que la Comisión "mantiene un diálogo con España para abordar la situación en Ceuta y Melilla" pero que "no puede llevar a cabo por sí misma una investigación acerca de dicha información", por lo que "ha pedido a las autoridades españolas que realicen las investigaciones necesarias".

"En su calidad de garante de los Tratados, la Comisión está muy atenta a las acciones de los Estados miembros y no duda en adoptar las medidas adecuadas cuando existen indicios de que un Estado miembro está incumpliendo el Derecho de la UE", avisa.