La titular de la Consejería de Gobernación, Yolanda Bel, ha alargado este jueves los plazos previstos para preparar la anunciada "reorganización" de la Policía Local, cuyos cambios se materializarán en cualquier caso a través de los correspondientes "concursos públicos y no 'a dedo' por parte de nadie", según ha garantizado.

Durante su visita al depósito municipal de vehículos de Benzú, la consejera ha apostado porque sean "los que saben, los profesionales", quienes dirijan ese proceso y no los políticos, ni ella ni la oposición. "Los policías tienen que ser quienes valoren y baremen porque estamos hablando un organigrama policial y profesional; quienes no lo somos debemos mantenernos al margen de este concurso objetivo, que es como se debe hacer la distribución del organigrama definitivo”, ha señalado.

El objetivo de la creación de la Policía de Distrito, que según ha indicado tendrá otra denominación oficial que no ha desvelado, será "que las barriadas disfruten de mayor presencia policial. "El objetivo se llevará a cabo antes de que finalice el año conforme al planteamiento claro y definido que, con arreglo a criterios policiales, ya tiene la Jefatura", ha completado la consejera, que informará de su contenido "primero a los mandos superiores del Cuerpo y después a los sindicatos".

El “giro” que se dará al organigrama actual de la Policía Local supondrá cambios en las unidades actuales y la creación de otras nuevas, aunque Bel no ha precisado detallas al respecto, como tampoco lo ha hecho en relación con el número de agentes que se verán afectados. "Se trata de una necesidad asumida por la Consejería para renovar un esquema obsoleto", ha resumido.

La Jefatura ha dividido la ciudad en 12 distritos para organizar la nueva unidad de barrio con el propósito de que en cada uno de ellos trabajen cuatro policías locales que cubrirán la jornada en dos turnos: de siete de la mañana a tres de la tarde el primero y desde ese momento hasta las once de la noche el segundo. 

Proyecto inicial

Hasta que se materializó la vuelta a su plaza de Gómez y el reemplazo de Sorroche, los planes sobre la mesa de la titular de Gobernación para la reordenación del Cuerpo pasaban por sacar a 42 agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana ó 092, que actualmente dispone de un centenar, para dotar a la de Distrito con una treintena y a la de Violencia de Género con otros 7. Los cinco restantes iban a ir a parar a la Unidad de Metrología.

Para el grupo operativo administrativo y judicial, el Ejecutivo local barajaba la posibilidad de crear dos puestos procedentes de segunda actividad y suprimir cinco, los de gimnasio, vertedero, mantenimiento de vehículos, mantenimiento de instalaciones y 092. En su lugar, Bel pensaba crear cuatro para cubrir las tareas de protección de edificios institucionales  y otros tres para los Mercados de la ciudad. Además, la idea era dejar en once los efectivos destinados a seguridad de las dependencias policiales y suprimir el acompañamiento policial a la grúa, con lo que los servicios de Tráfico se verían reforzados.

A nivel organizativo, la consejera se planeaba que los cinco inspectores del cuerpo sean “indistintos”, cada uno adscrito a un ‘turno americano’, y crear dos Subinspecciones y otras tantas Oficialías para Distritos a costa de quitar las de Seguridad en Edificios y Unidad Administrativa, por un lado, y de segunda actividad e Informe, por otro.