Siete años después de que el por aquel entonces consejero y diputado nacional Francisco Márquez ya pusiese el foco sobre las posibilidades de atraer empresas dedicadas al sector del juego a Ceuta, el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy ha dado un paso ilusionante, a juicio del delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, para explorar esa vía de desarrollo económico y generación de empleo.

Lo ha hecho incluyendo en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018 una batería de ventajas fiscales en ese ámbito. En concreto, "con el objetivo de contribuir a atenuar los efectos de su singularidad territorial", en el documento se establecen los tipos a exigir en la ciudades autónomas de Ceuta y Melilla con una bonificación del 50%, de forma similar a lo exigido en el resto de España para los demás tributos del sistema fiscal. 

Con la doble excepción de las apuestas mutuas deportivobenéficas del Estado y las combinaciones aleatorias, en todos los demás supuestos de juegos la base queda constituida por los ingresos netos de premios, sobre los que se aplica un tipo de gravamen único, con lo que se logrará una mayor atracción de las operadoras de juego para realizar sus actividades en el marco legal, evitándose las actuaciones ilegales que aún se producen en este sector. Además, eliminará cualquier discriminación fiscal entre los diversos tipos de juego en línea con el criterio de no discriminación entre estos que sostiene la Comisión Europea.

Además, en el proyecto se minoran en un 50% los importes de las tasas sobre el juego, recogidas en el Real Decreto-ley 16/1977 por el que se regulan los aspectos penales, administrativos y fiscales de los juegos de suerte, envite o azar y apuestas, reducción cuya finalidad es trasladar a Ceuta y Melilla "los beneficios fiscales que se recogen en otros impuestos para ellas".