El Gobierno aprueba un presupuesto en “una situación extraordinaria” sólo con sus votos


El Gobierno aprueba un presupuesto en “una situación extraordinaria” sólo con sus votos

- Finalmente el PSOE optó por la abstención y Caballas votó en contra del texto presupuestario presentado por Márquez

- El documento es calificado como provisional por el propio Márquez que anuncia que llevará a Pleno modificaciones al documento una vez se conozcan los Presupuestos Generales del Estado

- Márquez anuncia una “profunda reforma del sector público”, incluyendo sociedades municipales y recortando gasto en personal hasta el 1,2 por ciento

- Lea íntegro el discurso del Consejero de Hacienda

El Gobierno de Vivas ha logrado este miércoles 28 de diciembre, día de los inocentes, tal y como estaba previsto, la aprobación del Presupuesto General de la Ciudad Autónoma de Ceuta para el año 2012. Pero a última hora se ha quedado sólo en la aprobación. El ‘sí quiero’ prometido por el PSOE a cambio de la aprobación de cinco enmiendas de poca enjundia económica y algo más social se quedó en una sonora abstención no prevista, a juzgar por la cara del consejero Márquez en el momento del anuncio del sentido del voto. “Puñalada” al Gobierno, en palabras de Aróstegui. Y el ya anunciado voto en contra de Caballas.

Más allá de lo que cabía esperar, el voto, Márquez, aprovechó su discurso para hacer algunos anuncios de las políticas que desarrollará el Gobierno en el futuro y subrayar, tanto él como el portavoz popular, Guillermo Martínez, lo hicieron, que los presupuestos para 2012 y por tanto las políticas del Ejecutivo de Vivas son continuistas. Si bien esta palabra, tantas veces pronunciada en anteriores sesiones e incluso durante la aún reciente campaña de mayo, se evitó en la sesión plenaria de este miércoles.

Y son continuistas a pesar de que el texto presupuestario “se ha confeccionado y se ha ultimado en una situación” que Márquez se atrevió “a calificar de excepcional”. Nada nuevo, el contexto de la crisis, más aguda si cabe que hace un año y rozando la recesión. Pero la excepcionalidad no radica sólo en la desmejorada coyuntura económica, también, en la provisionalidad de muchos parámetros que sirven de base para calcular ingresos venideros. En concreto los que han de nutrir las arcas autonómicas provenientes de las arcas estatales.

Ya hay Gobierno. Rajoy es presidente, pero no tiene aún presupuesto. Lo tendrá en marzo. “El anuncio del presidente Rajoy de que su Gobierno presentará unos nuevos Presupuesto Generales del Estado para el 2012 antes del próximo marzo, introducen elementos de provisionalidad en cualquier documento público como el que hoy estamos examinando. Quiero señalar hoy ante todos ustedes que el Gobierno presentará de nuevo ante esta Asamblea las modificaciones presupuestarias de adaptación a los nuevos hechos económicos que sean necesarias y en el momento que entienda que es lo oportuno en aras del interés general”, ha anunciado Márquez durante su primer turno de palabra.

Dicho de otro modo, lo aprobado este miércoles por el PP no irá a misa. En marzo se modificará a buen seguro. Queda por ver cómo, cuánto y para qué. Pero para eso habrá que esperar a marzo. De entrada, tal y como han reprochado los dos grupos de la oposición, el Ejecutivo ha calculado recibir ocho millones de euros en transferencias estatales que nutren partidas de carácter social, que podrían verse afectadas de forma negativa si no se cumplen esas previsiones o de forma positiva si se rebasan.

A pesar de la incertidumbre de saber qué pasará, Márquez ha defendido su presupuesto como una herramienta que contribuye a “garantizar la sostenibilidad” de la administración local y pueda así “seguir desempeñando las responsabilidades que tiene encomendadas”.

Y en el lado de los ingresos por venir, más anuncios. Márquez ha dejado caer dos importantes novedades. Se está trabajando, de hecho, según el consejero está muy próxima a su conclusión en la reforma del Régimen Económico y Fiscal y concretamente se espera que el Gobierno le dé el visto bueno a una modificación que permitirá recaudar más por el IPSI de obra pública (el Ejecutivo ya elevó hace unos años el tipo al 10 por ciento, el máximo, para recaudar más por las inversiones del Estado). Pero además se pretende también lograr que el Ejecutivo central conceda la gestión recaudatoria de los impuestos relacionados con el juego e incrementar así los ingresos.

Y en el lado de los gastos, en aras a esa sostenibilidad, el Gobierno ha hecho más anuncios. Por ejemplo, que espera adelgazar sus gastos en algunos servicios, competencia de la administración central, que espera sean cubiertos ahora al cien por cien por el Estado, bajo la premisa de evitar duplicidades, un concepto recogido en el programa económico del PP en la pasada campaña. Y que directamente aporte más en otros. Dos ejemplos clásicos, los Menores Extranjeros No Acompañados y la Educación.

Pero en la contención del gasto, el anuncio que más retumba es la de “un profundo proceso de reforma de nuestro sector público para hacerlo menos costoso por ser más eficiente”, en palabras de Márquez.

¿Qué hay detrás de esto? Detrás de esto está la prevista aprobación de la RPT y la reforma, también “en profundidad” de las sociedades públicas con las que cuenta la Ciudad. La sombra de la privatización vuelve a sobrevolar muchas de ellas: Emvicesa, Procesa, Acemsa, RTVCE, el hotel Puerta de África, el Parque Marítimo, Servicios Turísticos, por citar sólo algunas.

Cuáles son las verdaderas intenciones del Ejecutivo sólo el tiempo lo dirá. Pero Márquez ha avanzado un dato numérico. Se pretende un ahorro en el Capítulo I del presupuesto, el de personal, el más cuantioso de todo el presupuesto del 1,2 por ciento. Un “decremento” que se suma a los ya aplicados “muy importantes en los últimos años”. Y otro recorte más: un 5 por ciento en los gastos de funcionamiento “de todos y cada uno de los departamentos”.

Sufren recortes también las “actividades festivas y de índole cultural, y de esta forma también se hace un nuevo sacrificio en las actividades de publicidad y comunicación institucional, y así en un largo etcétera que hacen de este documento presupuestario el más ajustado de los últimos años”, ha explicado Márquez.

Por el contrario, el Gobierno apuesta por mantener el nivel de gasto en algunas políticas que son entendidas como identificativos de su gestión en los últimos años.

“Como prueba evidente del esfuerzo social y del compromiso con la cohesión de este gobierno, permítanme informarles de que el gasto total en políticas educativas y formativas, en políticas activas de empleo, en actuaciones en el campo de menores, en políticas de salud pública, en las áreas de juventud o mujer, o en políticas sociales básicas, dedicaremos la cantidad de 64 millones de euros, lo que supone un 30% de todo el gasto corriente de la Ciudad en el ejercicio 2012”, ha explicado Márquez y ha apuntillado Martínez “tres de cada diez euros gastados por este Gobierno”.

Todo en el global de mantener con estos presupuestos “los mismos niveles de eficiencia y de eficacia en las políticas públicas de los que ha hecho gala en los once últimos años” el Gobierno de Vivas. Esos objetivos esenciales que una vez más ha resumido y citado Márquez:

“Servicios públicos cada vez más extendidos y de mayor calidad equiparables a los que disfruta cualquier otro español”; “servicios sociales dirigidos a los más desfavorecidos” y “renovación de infraestructuras y equipamientos mediante una continuada política inversora”, ha resumido Márquez.

Y eso a pesar de que en este último apartado, el de las inversiones, es otro de los lugares en donde por “prudencia” se ha apostado por el recorte. Aún así, aún le da al Gobierno para recitar una pléyade de proyectos que incidirán en la fisonomía urbana de Ceuta:

El nuevo vial que unirá Hadú con la avenida de España, generando espacios verdes y de ocio; el paseo marítimo (con aportación estatal) que unirá San Amaro, poniendo en valor la zona y eliminando la degradación del litoral, con el nuevo parque en lo que era el vertedero de Santa Catalina; la remodelación de Hadú y la plaza Nicaragua; el campus universitario; inversiones en el Príncipe (también con colaboración estatal, igual que en San Amaro, por comprometer); un nuevo, ya van cuatro, Plan de Dotaciones en Barriadas; renovación de los mercados central y de San José y adecuación del hospital militar para dar cobijo a muchas prestaciones sociales.

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