Tras años, más de una década, ocupando de forma recurrente los titulares de las secciones de sucesos de los medios de comunicación, el portavoz del Gobierno de Ceuta, Jacob Hachuel, ha asegurado este lunes que los propietarios de parte de los barracones del Sardinero [el consejero ha señalado en rueda de prensa como dueños al Grupo Borrás pero posteriormente el Ejecutivo le ha desmentido] que siguen dando que hablar por acoger incendios, población migrante irregular u otros focos de conflictos, están dispuesto a tirarlos "cuanto antes".

El responsable de Gobernación ha explicado que la Administración ha emitido una orden de demolición que, en caso de no ser atendida, sería ejecutada de forma subsidiaria por la Ciudad, pero se ha congratulado porque la parte privada no quiere ni "agotar los plazos".

De hecho, este martes se producirá una reunión entre "técnicos" de la Administración y el arquitecto que llevará las riendas de la demolición para consensuar su ejecución, tal y como ha adelantado Hachuel, que de esta forma ha recuperado un discurso que ya sostenía Yolanda Bel en sus, lejanos, años como portavoz del Ejecutivo de Vivas: "El interés del Gobierno es derribar los barracones".