El Gobierno se escuda en los funcionarios ante las críticas por la privatización del Tanatorio


El Gobierno se escuda en los funcionarios ante las críticas por la privatización del Tanatorio

Entre la miríada de pluses y complementos que pueblan las nóminas del Ayuntamiento, los trabajadores locales deberían pedir uno nuevo de 'escudo humano'. Y es que no hay polémica en la que el Gobierno de Juan Vivas no utilice a los trabajadores de la Ciudad como parapeto ante las críticas a su gestión. Sucedió con la Manzana del Revellín, o por ejemplo con los presuntos malos tratos en Punta Blanca. La última en apuntarse a esta moda ha sido la consejera de Sanidad, Adela Nieto, ante las críticas a la privatización del Tanatorio.

Nieto ha asegurado que el proceso de adjudicacion del contrato será absolutamente legal, y que los propios técnicos de la Ciudad son los que van a llevar a cabo todos los pasos, por lo que las dudas de la oposición sobre posible corruptelas están dirigidas según la consejera contra esos funcionarios municipales.

La consejera ha garantizado que Sanidad seguirá velando por la calidad del servicio en el Tanatorio, porque tan sólo se privatiza la gestión, y ha desvelado una de las grandes dudas sobre la externalización, la posible ganancia que conllevaría a la Ciudad Autónoma. El Tanatorio cuenta en la actualidad con cinco empleados, y a veces es necesario según la consejera ampliar la plantilla con trabajadores externos. El nuevo gestor tendría que contar al menos con 8 empleados, un incremento de plantilla que no tendría que sufragar la Ciudad. Nieto ha confirmado además que los sindicatos estaban al tanto del proceso, que no se trata de una idea nueva, y que incluso aparecía consignada en el Presupuesto para este año.

La Consejería de Sanidad se encuentra elaborando el pliego de condiciones del contrato, que se realizará por el plazo de un año por lo que si al acabar ese período la Ciudad no está contenta con el resultado podrá recuperar la gestion del servicio. Además, Adela Nieto también ha explicado que las obras para reformar el edificio eran imprescindibles porque se encontraba en un estado lamentable, y se trata de un imueble perteneciente a la Ciudad que hay que mantener y arreglar.

El Gobierno se escuda en los funcionarios ante las críticas por la privatización del Tanatorio


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