El Gobierno evita detallar el gasto en comunicación por medios previsto para 2014


El Gobierno evita detallar el gasto en comunicación por medios previsto para 2014

- La interpelación de Caballas se salda con un cruce de argumentos de guante blanco mucho más suave que los precedentes sobre el mismo tema entre Aróstegui y el antecesor de Carreira como portavoz

- Aún así, el Ejecutivo aclara que exigirá audiencias auditadas de forma independiente (OJD) salvo que el dictamen jurídico que ha encargado les indique la ilegalidad de las bases de ejecución del Plan de Comunicación

- El localista denuncia que la Ciudad gasta más en anunciar actuaciones que en las propias actuaciones

Ningún medio de comunicación con nombre y apellidos salió esta vez a relucir en el cruce dialéctico entre el concejal de Caballas, Juan Luis Aróstegui, en el papel de interpelante y el portavoz del Gobierno y responsable además del área de comunicación del Ejecutivo de Vivas, Emilio Carreira. Ni Caballas pidió el detalle de la previsión de gasto medio por medio para 2014 ni el Gobierno amagó siquiera con detallarlo.

Así las cosas, la conclusión de la interpelación de Caballas es clara. La voluntad política del Ejecutivo es la de aplicar las bases por las que se regirán los sucesivos Planes de Comunicación, también el de 2014, aprobadas por el Consejo de Gobierno meses atrás. Lo que significa en la práctica que tendrán en cuenta la penetración en la ciudadanía de cada medio, siempre y cuando pueda ser acreditada, lo que para los impresos en papel, excepto las revistas, supone presentar una auditoría de la audiencia refrendada por la Oficina de la Justificación de la Difusión (OJD), algo que hoy por hoy sólo cumple uno de los dos diarios escritos, el decano, aunque nadie en el Pleno mencionara ni a este ni a ningún otro medio. (Ceutaldia.com fue el primer medio de comunicación en Ceuta en validar su audiencia a través de OJD en su versión interactiva para medios digitales, y está auditado desde el uno de enero de 2009).

La exigencia de contar con una penetración en la ciudadanía auditada y refrendada por la OJD dejaría fuera del juego de la partida de un millón de euros para publicidad a El Pueblo de Ceuta, que ha sido incapaz hasta la fecha de cumplir con los múltiples requisitos que exige esta oficina, la más veterana y de mayor prestigio en la medición de audiencias del país, creada en su día por medios y agencias de publicidad.

Es desde la editora de este medio precisamente desde donde se han cuestionado esas bases. Motivo por el que el Gobierno ha encargado un informe a su gabinete jurídico, del que dependerá que las bases se modifiquen o no. Si el informe da el visto bueno y dice que lo aprobado cumple con la legalidad, el Gobierno seguirá adelante tal y como planea hasta ahora, si el informe pone pegas a los baremos, condiciones y excepciones introducidas por el Ejecutivo a los sucesivos planes, Carreira y los suyos se verán obligados a modificar el rumbo del gasto en comunicación.

Una partida que ni Carreira discutió ayer como estratégica, tras la argumentación de Aróstegui: “Se trata de la partida que la institución dedica a subvencionar a los Medios de Comunicación. Subvención que tiene una consecuencia en la vida social y pública. Se dice, y yo coincido con esa definición, que la democracia es un régimen bastado en la información. Para que los ciudadanos puedan optar libremente por las diferentes opciones políticas tienen que tener información de lo que cada una de ellas hace, dice y piensa y eso se logra a través de los medios de comunicación. No son por tanto una empresa más o una subvención más. Es algo que atañe al nudo gordiano de la democracia. La información es poder y eso es verdad. El poder de los medios de comunicación es incuestionable. Su posicionamiento afecta al funcionamiento del sistema, a la vida de los ciudadanos y al rumbo de la sociedad”, desgranó Aróstegui.

El concejal localista recordó que los suyos son “el eterno perdedor en esto”, razón por la que insistió en pedir que no se usen esos fondos públicos para “tener ventaja en esto. Eso es jugar haciendo trampas. A todo el mundo le gusta leer por la mañana lo alto que es, lo guapo que es y lo bien que lo hace todo. El problema es cuando lo financiamos entre todos y no hay alternativas. El problema es cuando unos siempre son los buenos y otros siempre somos malos. Y los malos también pagamos que se nos vitupere, que se nos insulte y que se nos desprecie. Los medios pueden decir lo que quieran, pero que se lo paguen. Hacerlo con el dinero de todos no parece muy respetable”, prosiguió.

“Hemos conseguido que cantidades que rayaban en la obscenidad solo sean escandalosas”, resumió las actuaciones llevadas a cabo por su formación desde que comenzar la legislatura. Y validó la afirmación con un contundente ejemplo: “El Gobierno paga por actos públicos menos de lo que gasta en anunciar esos actos públicos. Algunas actuaciones que vienen a la ciudad cuestan menos de lo que cuesta anunciarlas”.

Y de ahí saltó a recordar que el PP votó al inicio de la legislatura contra una propuesta de su grupo por la que pedía que el reparto de fondos públicos en publicidad se hiciera atendiendo a criterios objetivos de penetración en el mercado, justo lo que ahora opera con algunos matices, y “no a criterios subjetivos de afinidad con el Gobierno”.

Así, Aróstegui centró su pregunta en saber si el Gobierno va a cumplir el plan de comunicación para 2014 conforme a los criterios establecidos por el Consejo del Gobierno o si dado que están cuestionados los va a modificar y en ese caso, cuáles serán las consecuencias.

En la réplica Carreira dejó bien claro, tanto en el primer turno como en el segundo, que la voluntad del Gobierno es ejecutar el plan tal y como está previsto y aprobado y conforme a los criterios recogidos en esas bases aprobadas por el Consejo de Gobierno, salvo que haya dictamen en contra por parte del Gabinete jurídico. “Mientras no haya un informe jurídico que indique que el acuerdo no es válido, seguirá vigente”, sentenció Carreira.

El portavoz acusó a Aróstegui de cargar su discurso con prejuicios y valoraciones subjetivas; “un clásico”, apostilló. “Le voy a decir una cosa desde el punto de vista conceptual: No creo que en el uso de fondos públicos se deba tener en cuenta la línea editorial de ningún medio de comunicación, pero me critique a mí o le critique a usted”, lanzó Carreira a Aróstegui sin cargar demasiado las tintas.

“La información que tiene que ser pública para que llegue a la inmensa mayoría de los ciudadanos se contrate con aquellos que tienen capacidad de llevar esa información a la mayoría. Mientras exista un medio capaz de eso, esta administración debe contar con él. Si hay un medio que llega a 50 ciudadanos porque les gusta informarse por ese medio y lo puede acreditar que llega a esos 50, recibirá publicidad conforme a lo que supongan esas 50 personas”, refrendó Carreira.

“No se excluye a nadie. Lo que se pretende es usar la potencia de todos los medios de comunicación –incluso los digitales– en función de la capacidad de penetración de cada uno”, cerró Carreira la respuesta.

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