Para Susana Román, portavoz del grupo popular en las Asamblea, ninguna de las soluciones planteadas por Caballas: la apertura de Benzú, que Marruecos rechaza, según la portavoz; la expropiación de las naves cercanas a la frontera, ya rechazada en su día por el Pleno; o la habilitación de espacios, que recuerda Román, no existen. “Están jugando a decir que tienen soluciones que no existen”, reprochó Susana Román que lamentó que incluso se plantee suspender una actividad económica, como la de los portadores, “que no sabemos que consecuencias va a tener al otro lado”.
En cambio para Aróstegui el Gobierno no puede permanecer impasible ante la “desidia” e “ineptitud” de Delegación ante el “infierno del Tarajal”, “no puede quedar sin respuesta política alguna”. “Si el delegado no sabe, no quiere o no puede se va, se tiene que ir”, zanjaba el portavoz de Caballas, Juan Luis Aróstegui que Acusa al Ejecutivo de Vivas de “`proteger” a Nicolás Fernández Cucurull y de ser “aliados de su ineptitud”. Desde MDyC, Fatima Hamed hizo extensiva la crítica a la Ciudad, no sólo a Delegación exigiendo a ambos que “demuestren con hechos, no con palabras, que quieren una solución”.
Por su parte, Román insistió en que la problemática es compleja en una frontera por la que cada día cruzan más de 15.00 vehículos y 30.000 personas, con un sistema pensado para una población (de la provincia de Tetuán) de 300.000 habitantes pero que ya supera el millón de habitantes. Una frontera, admite, antigua y pequeña pero que el Gobierno de Rajoy se ha comprometido a realizar una “ampliación asombrosa”. Aún así, matiza, ni con una frontera del tamaño de La Junquera sería capaz de absorber el volumen de tráfico de Ceuta.
Una solución de la que desconfía Aróstegui apuntando que serán necesarios “6, 7u 8 años” pero “mientras qué hacemos”. Desde Caballas se reclama además más presencia de la Policía Local. “Hay todos los días atascos monumentales y allí no hay ni un guardia”, clama el portavoz de Caballas. “Si creen que vamos a estar así siete años con esta frontera están ustedes majaras”, zanjaba Aróstegui.