La actitud del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea ha dejado este jueves con "ganas de llorar" a Juan Luis Aróstegui. Ha sido después de que la mayoría, con Mabel Deu como portavoz, rechazase una propuesta de Caballas "que no conlleva ningún gasto ni ningún riesgo: aprobar la elaboración y posterior desarrollo de un 'Proyecto Educativo de la Ciudad de Ceuta' cuya finalidad sería "establecer un compromiso ciudadano e institucional con la Educación, definiendo los valores y relaciones sociales que deben inspirar el modelo educativo de la ciudad y la planificación de las estrategias mas adecuadas para desarrollarlo".

La segunda parte de la propuesta localista reivindicaba, a posteriori, "crear una Comisión integrada por todos los grupos políticos que defina las actuaciones necesarias para la puesta en marcha de la iniciativa".

Ninguno de los dos puntos han sido admitidos siquiera a negociación por parte de la consejera de Educación, quien ha defendido que para proyecto de "ciudad educadora" ya está la guía 'Ceuta te Enseña', cuyos resultados ha alabado a partir del número de participantes que alcanza en cada año académico.

Aróstegui ha justificado su propuesta en que el estado de la Educación en Ceuta "es objeto de permanente preocupación" y en que "existe un diagnóstico unánime que asigna a la Educación un papel clave para superar los difíciles retos de futuro que debemos afrontar que, sin embargo, no se corresponde con el inmovilismo, cuando no retroceso, de las políticas educativas que se aplican en la Ciudad".

"La consecuencia es un fracaso escolar desmesurado que aumenta imparablemente ante la pasividad de la administración y la perplejidad del conjunto de la sociedad frente al que la Asamblea de la Ciudad debe asumir un mayor y más efectivo compromiso con el sistema educativo buscando nuevos caminos que contribuyan a mejorarlo", ha argumentado el primer grupo de la oposición en la Cámara autonómica.

Para lograrlo, ha abogado porque la ciudad se sume al movimiento de 'Ciudades Educadoras', que se basa "en que la ciudad tiene que dejar de ser un simple escenario de intervención educativa para convertirse en un agente educativo que incide directamente en la educación de sus ciudadanos". "La corresponsabilidad social en la educación, que se concreta en un compromiso consensuado entre la administración local, las entidades y los diversos colectivos de la ciudad es el principio básico sobre el que se asiente este innovador concepto", ha desgranado.

Ninguna de sus razones han sido atendidas por Deu, que ha considerado que "no se pueden pedir peras al olmo" y ha enumerado todos los esfuerzos económicos que, sin competencias en la materia, efectúa el Ejecutivo local "para mantener el Convenio MECyD-Ciudad, para la Biblioteca del Estado o para poner en marcha el campus universitario".