Gordillo y Vivas reconocen reuniones clandestinas para derrocar al GIL
03 junio 2009 02:09 h.
La novedad en esta ocasión es el reconocimiento por parte del Presidente regional del Partido Popular, Pedro Gordillo, de reuniones “clandestinas” para lograr el derrocamiento del gilista Sampietro.
“El PSOE no cree en España, por eso en sus actos no hay banderas de España. ¡No las hay!”, exclamó Gordillo. “¡Nosotros sí creemos en España, creemos en que somos un solo pueblo y una sola nación! Igual que hace ocho años creímos en Ceuta y en sus posibilidades. Por eso hace ocho años Juan Vivas y yo nos pusimos a trabajar para derrocar al GIL, tuvimos muchas reuniones clandestinas con personas…”, continuó Gordillo mientras el jefe de Gabinete del actual presidente de la Ciudad se tapaba la cara con las manos, algo preocupado por lo espetado desde el atril.
El propio presidente Vivas, subió al atril instantes después para ratificar que el Gobierno de Sampietro se forjó en reuniones, que el presidente evitó calificar de clandestinas como si hiciera Gordillo. “Hubo muchas reuniones, como ha dicho Pedro. Yo entonces era secretario general del partido”, ratificó Vivas.
El actual presidente de Ceuta calificó aquella decisión en la que él y Pedro Gordillo hablaron durante horas de “audaz y valiente” porque “los antecedentes eran que nadie que había accedido al Gobierno mediante una moción de censura había sido reelegido”. Lo explicó Vivas para poner algo de sentido al acto y hablar de las dos reelecciones con aplastante mayoría, dos exitosas citas con las urnas que sí coinciden en el tiempo con los días que corren y con la celebración de hoy, a diferencia de los ocho años de Gobierno que ya se celebraron en febrero.
Momentos y reuniones que repasa con todo lujo de detalles aunque desde la barrera, el ex presidente, Antonio Sampietro en su libro ‘Marbella: principio y fin del gilismo. Intermedio Cubano. Ceuta: un viaje de Ida y Vuelta’. Un libro que se puede adquirir estos días en la Feria del libro y en el que al hilo de todo aquello Sampietro llega a reconocer por ejemplo una supuesta comisión de 500 millones de pesetas por prorrogar el contrato de limpieza.
