Lo que parecía ser una interpelación más de tantas orientada a rastrear la acción del Gobierno, incordiar al Ejecutivo, echarle el aliento en la nuca y de paso, si se puede, hacer discurso político y marcar distancias entre Ejecutivo y oposición acabó con la bronca del día coprotagoniza por la diputada de Caballas, Fatima Hamed en el papel de interpelante y la consejera de Educación, Cultura y Mujer y presidenta de la Fundación Premio Convivencia, Mabel Deu, en el papelón de interpelada al borde del ataque de nervios. Una polémica que promete alargarse en las redes sociales donde Hamed pide a través de Twitter la desaparición de la Fundación Premio Convivencia bajo la etiqueta de #disolucionfundacioncomilonas.

El detonante los más de 3.000 euros que gastó en comidas, cenas y tapas varias la Fundación Premio Convivencia, un 2 por ciento de su presupuesto de funcionamiento aproximadamente, que se fue en agasajos protocolarios y gastronómicos, casi todos el día en que Vargas Llosa recogió su premio. Y otros 2.500 euros en telefonía en lo que va de 2013 y 3.400 en 2012 por el mismo concepto. Cerca de 6.000 euros de los 140.000 que tiene para su funcionamiento el organismo y de los que el 40 por ciento se van en nóminas.

3.000 euros gastados casi en su totalidad en cenas en una misma noche, que tal y como esgrimió Hamed son 10 veces los 300 euros que “con mucha suerte y después de mucho ir y venir lo que da Servicios Sociales a una familia para vivir todo un mes”. Lo que le hizo a Hamed rebautizar la entidad como “Fundación Premio Comilona”.

Una comparación que Hamed llevó también a las grandes cifras de la Fundación que tiene un presupuestos para 2014 de 152.000 euros, la mitad de los 300.000 euros destinados al Ingreso Mínimo de Inserción Social (IMIS) con el que el Gobierno pretende atender al 40 por ciento de familias en la pobreza que viven en Ceuta, según el argumento de Hamed, que también comparó ese gasto usado en parte en cenas con los 50.000 euros que tiene los Bomberos o los 125.000 de la Policía Local para su funcionamiento. O los 20.000 destinados a las enfermedades raras.

La pregunta

Para entonces la tensión se cortaba en el ambiente, pero antes Hamed comenzó una interpelación más y quiso saber este martes “qué de especial” tienen las actividades de la Fundación Premio Convivencia y cuál es la gran dificultad que entraña la organización de las mismas que impide que esa función se desarrolle con la actividad de los trabajadores de la propia consejería a la que está adscrita la fundación.

Como hasta ahí la pregunta parecía una más, Deu no dudó en echarse sobre la yugular de la diputada de Caballas: “Me gusta que pregunte por la Fundación porque está claro que no la conoce”, le espetó la consejera a las primeras de cambio. Para seguir con el reproche de la falta de asistencia y participación a los actos que suele organizar la Fundación y acusarla de “hacerle un flaco favor a los 7 trabajadores de la consejería” que ya no dan de sí para sacar adelante su trabajo como para asumir el de la fundación y también de poner en el alambre “el empleo de dos padres de familia”, los dos trabajadores de la Fundación Premio Convivencia.

Subió el tono Deu en su respuesta leída, avisando que era larga y saltándose sobre la marcha aquellas partes que fue de forma improvisada considerando oportuno omitir. No sabía que si su primera intervención –creía que sería la única y pidió asumir el tiempo de sus dos turnos en uno solo- la comenzó al ataque la segunda la comenzaría desquiciada y a la defensiva con un “no tiene usted vergüenza” dirigido a Hamed.

Deu repasó la historia de la fundación, la creación de la misma a iniciativa de un ciudadano que encontró eco en el Partido Socialista del Pueblo de Ceuta (PSPC de Aróstsegui, que llevó a Pleno en 1998 una propuesta para crear el premio y la fundación que fue aprobada. La gestión externa de la misma entre 1998 y 2004 para pasar a partir de 2004 ya con Deu en Cultura a ser asumida por el propio Gobierno, la dimisión del director general en 2005 y la asunción de esa dirección por ella misma.

También repasó las actividades, casi una por semana en el último año, además del Premio. Y sus campos talleres, conciertos, cines, debates, charlas, cursos, presentaciones de libros, fomento del árabe… casi de todo. Los convenios de colaboración con entidades culturales de todo tipo y condición o la estrecha colaboración con otra fundación la de Pluralismo y Convivencia.

“También son padres de familia los trabajadores del Convenio MEC-Ciudad que se convirtieron en fijos-discontinuos sin que usted hiciera nada, así que no me hable de padres de familia, ahora”, arrancó su segundo turno respondiendo al desafio de Deu, la diputada de Caballas, Fatima Hamed Hamed.

“Su Fundación no fomenta el árabe. Sólo así se puede entender que no haya ni un cartel en árabe en ninguno de los monumentos de Ceuta. Las actividades que organiza son pocas, de baja calidad y muy mejorables”, sintetizó Hamed.

Devueltos los ataques de Deu en tres zarpazos fue directa al asunto que realmente escondía en la manga: “No nos ha informado de las actividades gastronómicas y culinarias de la fundación”, lanzó directa a Deu, que justo en ese instante debió darse cuenta de qué venía a continuación y ya comenzó a ponerse nerviosa, retando a Hamed a que se lo explicara.

Cenas, comidas y tapas

Y Hamed se lo explicó y le preguntó por los más de 3.000 euros gastados por la Fundación en el último año en comidas varias. Facturas que fue desglosando, con conceptos incluidos cuando pudo:

2.000 euros pagó la Fundación Premio Convivencia por el catering para 200 personas, según reza la factura, previsto para agasajar a los asistentes (invitados) a la gala de entrega del Premio Convivencia celebrada el 10 de julio de este año en el Auditorio del Revellín.

Con fecha de ese mismo día, Hamed blandió otras dos facturas -“se deberion quedar con hambre”, acusó- una para 9 personas por valor de 278,70 euros (IPSI incluido), que según Deu se correspondería con la cena que ofrecieron a Vargas Llosa, su esposa, su hijo y la pareja de su hijo y a la que asistieron, como anfitriones, el presidente Vivas y ella misma con sus respectivos cónyuges. Faltaría por saber quién fue el noveno comensal. Ese mismo día figura otra factura también de un restaurante céntrico por valor de 285 euros.

Estas facturas a las que ha tenido acceso Ceutaldia.com dejan claro en algún caso que se trataba de cenas ofrecidas a Vargas Llosa su compañía. Aún así Hamed preguntó por las mismas para conocer los detalles de ese gasto.

Más detalladas venían otras facturas de otras cenas, comidas y tapeos que también se cargaron a la Fundación Premio Convivencia. El 22 de mayo se pagaron 415, 14 euros por 3 jarras de cerveza, 5 botellines de agua, 2 cervezas sin alcohol, 2 botellas de vino Gran Feudo, 5 copas de cerveza, 3 raciones de morcilla de Burgos, 3 pasteles de cabracho, 3 de anchoas en salazón, 3 ensaladas de la casa, 4 de atún a la plancha, 3 de presa ibérica, 2 de calamar a la plancha, 3 de mero, 10 cafés (a 2 euros la taza), 4 tartas, 1 güisqui Johnie Walker, 1 gin tonic y 1 tónica.

Una semana después en el mismo sitio se cargaron a la Fundación otros 136,68 euros por una comida menos suculenta, el 21 de enero se pagaron también en un local de hostelería 123,90 euros y en 2012 hay una factura que a la vista de los conceptos todo parece indicar que fue un tapeo por valor de 51,30 euros.

Deu se desquició

Deu, fuera de sí: “Poca vergüenza es lo que tiene usted”; “escandalosa”; “ni participa ni tenemos intención que venga a participar de los actos de ella (de la Fundación)” , le llegó a espetar a Hamed en su contrarréplica, ya sin leer nada, visiblemente ofuscada, nerviosa, alterada y enfadada. Echando humo.

La consejera se sintió ofendida al entender que lo que Hamed pretendía era insinuar o decir que era ella la que se había ido de comilonas con su familia y que era eso lo que reflejaban esas facturas. “Usted ha venido a buscar a una trabajadora que suponen que yo tengo en la Fundación y a la que están persiguiendo”, le replicó Deu, sin dar más pistas o aclarar nada más.

Deu tildó las comparaciones de Hamed de “demagogia”, pero acertó a improvisar y referenciar casi por instinto cada factura. Así los 2.000 euros los colocó en el catering, según ella para los 600 asistentes al acto de entrega del premio que redujo a “refresco y aperitivo”, la ya mencionada cena ofrecida al Nobel y su familia.

“La del 4 de enero supongo por la fecha que será una comida ofrecida al representante de ‘Sonrisas de Bombay’ (Premio Convivencia) que vino a participar a la Cabalgata de Reyes, supongo eso porque el 6 de enero le invité yo a comer a mi casa sin coste alguno para las arcas públicas”, explicó Deu.

Las facturas de mayo las atribuyó al Jurado del Premio. Atenciones de representaciones institucionales todas, al fin y al cabo, según el discurso de Deu.

Dietas y tarjetas

Hamed también había preguntado a Deu si había cobrado dietas de la Fundación alguna vez. “Sí. He cobrado dos o tres dietas de la Fundación por viajes al extranjero. Dos o tres de los cientos de viajes a los que nos requieren y no solemos ir. También tengo una tarjeta de crédito a nombre de la Fundación. Lo sé porque la llevo siempre conmigo. La tengo aquí. ¡Jamás la he usado! No haga demagogia barata. Vamos a seguir trabajando de la misma manera”, zanjó Deu.

El calentón de Deu fue tal que tuvo que abandonar el Pleno tras su intervención mientras su compañero Emilio Carreira respondía a otra pregunta. Carreira por alusiones (Hamed le pidió que fiscalizara al detalle esos gastos y que cerrara el grifo) echó un capote a Deu: “Exagerar y decir las cosas a medias es mentir. Y decirlas sin contexto es la peor de las mentiras”, aseveró Carreira.

A Deu no le dio tiempo a llegar a la siguiente pregunta también de Hamed hacia ella para hablar de la Pecera. Deu comenzó su respuesta pidiendo disculpas a Hamed si había entendido que la había llamado sin vergüenza, “no era mi intención”, zanjó. "En un juicio usted no necesitaría ni Ministerio Fiscal ni letrado de la acusación ni nada. Usted sóla se acusa, se inculpa y se condena, señora Deu, quédese tranquila", le replicó Hamed, entonces.