La jornada electoral se calienta, como el día, con el paso de las horas


La jornada electoral se calienta, como el día, con el paso de las horas

- Interventores, secretarios y apoderados de todos los partidos pelean cada voto en el Príncipe Alfonso como si les fuera la vida en ello

- El cierre de la Junta Electoral de Zona durante las horas previas al inicio de la votación, queja común

La jornada electoral se va calentando a medida qua se pasan las horas desde que se conformaron las mesas, como el día, que amaneció fresco y medio nublado, pero con la promesa de que salga el Sol (igual que prometen tantos y tantos ciudadanos que se han echado estos días para decir que lo de hoy no les gusta, al menos tal y como está montado). Y el Sol luce, calienta, y bien, y la ciudadanía aprovecha para irse a la playa en masa o a Marruecos a comprar (llenar el depósito de gasolina, más barato desde que Márquez así lo decidió, comprar verdura o lo que sea, también más barato). Lo que no se sabe a ciencia cierta es si antes de irse han pasado por la urna o piensan abstenerse.

La pobre participación que había sobre las doce del mediodía apunta a una elevada abstención, aunque a media mañana se iba calentando la cosa y crecía la afluencia, que en muchas mesas del Santa Amelia, Reina Sofia, Polifuncional del Príncipe o García Lorca a duras penas llegaba al 10 por ciento.

Y en El Príncipe, concretamente en el Polifuncional, ahí más que ir a votar, los ciudadanos iban a una zona de guerra que requirió incluso que la Guardia Civil abriera un pasillo de seguridad al modo en que se abren en las auténticas guerras. Si la guerra de los pasquines del viernes ya fue asquerosa, lo de hoy además de clamar el cielo debería ser intolerable.

Interventores, secretarios y apoderados de todos los partidos pelean cada voto como si les fuera la vida en ello, pelean cada circunstancia. El PP se queja en el Polifuncional de que las bolsas de comida que le llevan los de Caballas a sus interventores van con el logo de la coalición y eso no está permitido, olvidan que las suyas son también una valla de publicidad. “Si nos ponemos así no podemos ni llevar colgado esto”, afirma irónico un delegado de Caballas mientras coge y señala la credencial, todas con logo.

Y no sólo eso. En otra mesa un interventor del PSOE pide ser sustituido por uno de sus apoderados. El PP protesta y dice que no se puede, el presidente de mesa, un señor con pinta de estar más para allá que para acá, acata lo dicho por el PSOE y lo impide, los de Caballas y el PSOE montan en colera, se arma el Belén y tiene que intervenir la Guardia Civil.

Los muchos votantes que en esta zona requieren ayuda de la mesa para elegir la papeleta por no saber leer son un caramelo a la puerta de un colegio y se los rifan, todos quieren hacer la bacalada y ayudarle a votar, la obligación es del presidente de la Mesa y de nadie más, pero aún así, algunos lo intentan, escondiendo su credencial debajo de la camisa. Lío y lío, normal que desde Sol y muchas otras plazas a lo largo de la geografía quieran cambiar esto, es sencillamente de vergüenza. “Observadores de la ONU hacen falta aquí”, espeta uno en tono irónico.

"El PP quiere parar las mesas el máximo tiempo posible"

“La estrategia del PP es parar las mesas el máximo tiempo posible. Si llega un vecino a votar y no puede y se harta y se va, saben que es más probable que el voto que se pierda sea nuestro que de ellos”, explica un apoderado de Caballas.

No todo es guerra sucia. En el Reina Sofía impera el sentido común. José Luis Jordán, con la credencial del PP en el cuello es el primero que le dice a uno de Caballas que se deje de historias y entre en la cabina con su madre. Un 10 para Jordán y otro para Enrique Moya, del PSOE, que asiente al lado. “Es que muchas veces basta con echarle sentido común si vienen sus padres y requieren ayuda para qué vamos a montar el lío y decir que entre el presidente de la mesa. Pueden ser interventores o apoderados, pero también tienen padres y madres, ¿no? Pues ya está”, explica Jordán. Lo dicho, un 10.

Y no todo va a ser negativo. Los representantes de los partidos aplauden la digitalización de las mesas. ¿Se ahorra mucho tiempo? “Hoy el acta estaba casi hecha y las copias se imprimen no hace falta escribir seis o siete copias. A las ocho y media estaba conformada la mesa”, explica Enrique Moya. ¿Y tanto se adelantará en el recuento? “No es el recuento, son las actas, antes se tardaba una hora, hoy hecha una, hechas las seis o siete copias, sólo habrá que contar, recontar y cuadrar, después se escribe y se imprime. Va a ser todo mucho más rápido”, continúa explicando Moya.

“Y hasta para validar los votos. Metes el DNI y te sale quién es, ahorras diez segundos, pero si lo multiplicas por 500 en cada mesa, al final es hora y media. Y la ventaja en colegios como este que si el votante se llama Mohamed Mohamed Ahmed es más complicado buscarlo y diferenciarlo de otros, ahora con el DNI, lo metes en el ordenador y en un segundo sale”, apunta también Jordán.

La parte negativa de la organización, de lo que se han quejado todos los partidos, es la Junta Electoral cerrada desde el sábado a mediodía, lo que ha obligado esta mañana a casi todos a recoger credenciales para interventores y apoderados, algo que normalmente se deja resuelto en la jornada de reflexión. Algunos como el PP, han notado ya el efecto Mariam Mohamed (que está a pie de mesa en Benzú en representación del PP), muchas de sus nuevas generaciones, han declinado la invitación a acudir a hacer su papel de interventores cuando les han llamado esta mañana diciendo “que vaya Mariam”, cuenta con malicia alguien de Caballas. Da igual, hay músculo humano de sobra, en el Príncipe sustituyen cuatro de esos interventores caídos en un abrir y cerrar de ojos y aparecen otros. No es casualidad su mayoría.

La jornada electoral se calienta, como el día, con el paso de las horas


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