La aduana comercial, pactada por España y Marruecos el pasado 7 de abril para las fronteras de ceuta y Melilla, será “regional” y limitada a vehículos de hasta 3.500 kilos. Fue el último anuncio de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, 24 horas antes de que se hiciera oficial su dimisión por motivos de salud, y el adjetivo terminó por descolocar a todos, también al Ejecutivo de Vivas . ¿Una aduana regional?  “Yo no sé lo significa una aduana regional”, ha admitido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas que ha insistido en que Ceuta quiere una “aduana convencional” en su comparecencia este martes ante los medios locales para desgranar el contenido de sus recientes encuentros con los ministros de la Presidencia, Félix Bolaños, y de Defensa, Margarita Robes.

“Cuando he dicho que queremos una aduana convencional me estaba refiriendo de manera indirecta a que yo no conozco en el derecho comparado qué significa una aduana regional. Tampoco es que sea un especialista, pero de lo poco que sé, no sé lo que es una aduana regional”, ha argumentado.  “Sí intuyo es que una aduana comercial puede tener más movimiento o menos movimiento y ahora que tenga más o menos movimiento depende de las capacidades, de las infraestructuras y la logística, que pueden ser tanto públicas como privadas. Las infraestructuras de índole pública tienen un proyecto y fija como fecha enero de 2023 (…) Pero es cosa de dos. Ahora hay que tratarlo con Marruecos e intuyo que esa evolución del volumen de los tráficos comerciales va a depender de cómo vaya evolucionando esa capacidad y esas infraestructuras. Pero debe ser una aduana por la que se puede importar y exportar todo tipo de mercancías y que forme parte del libre tráfico comercial lícito y reglado, pagando los correspondientes aranceles y tributos”. 

Para Vivas,  la aduana comercial es “necesaria y positiva” por tres razones: “Desde el punto de vista del desarrollo económico puede ser una alternativa reglada y ordenada al extinto comercio atípico transfronterizo al que nadie o casi nadie quiere volver. En segundo lugar porque puede favorecer junto con a la exigencia de visado el desarrollo del turismo y puede abaratar el coste de aprovisionamiento en Ceuta de productos importados desde Marruecos. Una aduana que insisto, debe de ser convencional”.

Pese a todo, el presidente de la Ciudad sigue confiando en la labor diplomática del Gobierno de Sánchez y recuerda que se trata de un acuerdo entre ambos países, "es lo que está acordado y recogido en la declaración conjunta del 7 de abril firmada por los reinos de España y de Marruecos. Por tanto hay que cumplir con esa declaración, lo que supone una aduana comercial”.

El presidente confía en que las dos reuniones revistas por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con su homólogo marroquí, este martes en Fez y el jueves en Barcelona. Reuniones en las que Vivas espera que se produzcan avances “y se vayan despejando las ingenias”.