El diputado en el Congreso, Francisco Márquez, salió ayer a la palestra en la sede del Partido Popular para hacer de ariete electoral de su formación. En su punto de mira la candidata socialista, Izaskun Bernal. Tanto a ella como a Antonio Hernando les dedicó la etiqueta de “paracaidistas socialistas” de los que dijo “vienen aquí se toman algo, generalmente en el Muralla, y se van”. “Bernal lleva trabajando en Europa como asesora muchos años en el Parlamento Europeo ¿por qué no ha hecho todo esto que propone ahora antes? ¿En los siete años y medio que estuvo gobernando Zapatero por qué no han ido al Parlamento Europeo esas iniciativas?”, preguntó Márquez a Bernal a través de los medios.
El diputado aseguró haber leído con mucha atención el anexo territorial de los socialistas de la “Estrategia Europea para Ceuta”. Reconoció coincidir con muchas de las propuestas de las que figuran en ese documento, pero no se cree al PSOE.
Entre otras razones por la imposibilidad reciente de alcanzar una política común, de estado, en materia de inmigración. En el documento del PSOE figura la apuesta por una política de fronteras común de la Unión Europea para que Bruselas se implique en el Tarajal, en Beni Enzar, en Farhana y en todas las fronteras terrestres con el exterior que mantiene la unión y no sea cada país y cada territorio el que se tenga que apañar como pueda.
“Esto mismo lo propuse yo al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. La idea era vamos a hacer primero un acuerdo en España, en el parlamento de España y después con ese acuerdo en el que figure una política y posición de estado clara vayamos juntos al Parlamento Europeo a reclamarlo”, relató Márquez.
No hubo acuerdo posible, según el diputado porque “La nueva guardia del PSOE instalada en la radicalidad ha decidido que no se pacta nada con el Partido Popular. Ni agua al PP”, zanjó Márquez.
El popular ve un “vacío” en el argumentario de los socialistas. Así ridiculizó la última propuesta de la candidata socialista, Elena Valenciano. “Ahora dice que quiere sustituir la troika por una troika social que esté integrada por la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los agentes sociales. Eso es el chauchau socialista: ‘queremos la Unión Europea de la bondad en la que integremos a los elfos, los gnomos y los pitufos y seamos más sociales”, espetó Márquez.
Y detrás de eso no hay nada, en opinión de Márquez más allá de “venir de visita a tomarse un café con cualquiera que la llame. Esperemos que sea de aquí, porque venir de Bruselas cuesta mucho dinero”, remató Márquez.
