La partida diplomática entre España y Marruecos continúa con Ceuta y Melilla como naipes. Si tras la avalancha migratoria de mediados de mayo que según ha denunciado Vivas supuso un desafío de Rabat a Madrid y toda Europa para, de paso, desestabilizar Ceuta, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció que “está considerando” la posibilidad de “que se suprima el régimen especial que para las ciudades autónomas se dispuso cuando España ingresó en Schengen”, el Reino alauita ha empezado a deslizar que, si así sucediera, las fronteras de las ciudades autónomas no se abrirían más.

El periódico digital 'Akhbarona.com' ha anunciado esta semana que el país vecino está "considerando seriamente" la posibilidad de clausurar "de una vez por todas" los "pasos ocupados" de las localidades españolas norteafricanas. "Sobre ciertos temas, y Ceuta es uno de ellos, los medios marroquíes no se pronuncian sin luz verde", advierten analistas.

Según el medio la decisión no tendrá nada que ver con la evolución de la pandemia ni a una mejora de las relaciones bilaterales, tensionadas por el Sahara Occidental y la acogida al Frente Polisario en España para ser tratado de la COVID-19, sino que sólo depende de "una decisión soberana" de Mohamed VI que tenga en cuenta los "intereses superiores" de Marruecos, pero que no identifica de manera explícita. De acuerdo con las fuentes consultadas por Ceutaldia.com, el factor determinante será la decisión que se tome sobre Schengen: "Si se elimina la excepción, ellos echarán el candado para siempre", apuntan.

Expertos preguntados por este medio no ven posibilidad de otra reacción, ya que "parece inverosímil" pensar que la Unión Europea pudiese permitir que Marruecos impusiese un visado a los residentes en las ciudades autónomas cuando no lo hace con el resto de comunitarios. "Sería como si EEUU no dejara entrar con visado turista a los habitantes de Berlin o Cuenca, pero sí al resto de alemanes y ciudadanos UE", ilustran una reacción que parece "descabellada".

"Sin embargo, es cierto que cuesta imaginar que no hubiera ninguna reacción, como pedir a ceutíes y melillenses sistemáticamente los mismos trámites administrativos que al resto de españoles, acabando con los cruces sin sellar o las facilidades para la entrada de vehículos e incluso cerrando esas fronteras", asumen.

La asociación Residentes Ceuta ha confirmado que "la intención de Marruecos es no reabrir los pasos" si la ciudad se incorpora plenamente a Schengen y se suprime el régimen de doble frontera que hasta ahora ha permitido a los residentes en la provincia de Tetuán cruzar el paso sin visado, pero no embarcar hacia Algeciras.

A juicio de su presidente, Abdelmalilk Mohamed, "la idea de suprimir la excepción es un error" y "los asuntos graves hay que solucionarlos con la cabeza, no con los pies si lo que queremos es no decapitar horizontes para la ciudad".

Vivas lleva más de un año apostando por estudiar una revisión de la actual excepción al Tratado de Schengen como la fórmula más eficaz para "reducir la presión migratoria y su impacto sobre determinados servicios y ámbitos (área de Menores, Sanidad, Educación, Puerto, …); mejorarla eficacia en la contención de dicha inmigración; y hacer que sean las autoridades españolas y no las marroquíes las que decidan quién entra en Ceuta".

La avalancha de mediados de mayo sólo ha reforzado esa posición. "¿Qué sucedería si la frontera vuelve a la antigua normalidad y un día, con 30.000 ciudadanos del país vecino en Ceuta, Rabat decide cerrar su frontera y evitar que puedan regresar?", plantean algunos miembros del Ejecutivo local.

El PSOE, que el año pasado se oponía a la eliminación de la excepción, como los agentes sociales, guarda silencio ahora sometido a la postura que adopte el Ejecutivo de Sánchez y sólo Caballas se ha posicionado abiertamente en contra de adoptar la decisión a la carrera y sin un acuerdo previo con el Gobierno de Melilla que en el de Vivas también asumen que es imprescindible, aunque difícil por las reticencias de CpM.

Para los de Mohamed Ali "vincular la defensa de la españolidad de la ciudad a la supresión de la excepcionalidad es una absoluta falacia". Desde su punto de vista, no sólo hay que considerar que tal decisión sería inútil si Marruecos cierra el paso, sino que "no nos podemos conformar con quedar en la UCI económica de por vida sobre un modelo basado, exclusivamente, en los Presupuestos Generales del Estado para pagar el empleo público y las ayudas para miles de parados: es un modelo que no tiene futuro".