Marruecos vuelve a las andadas tras una tregua aparente de apenas seis meses. Según desvela el diario El Español , Marruecos vuelve a hablar de Ceuta y Melilla como zonas ocupadas o “presidios” y niega tener fronteras terrestres con España, las mismas fronteras en las que ha pactado una aduana comercial que empezaría a funcionar en enero de 2023. 

Lo ha hecho en un escrito del Gobierno de Marruecos dirigido al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Génova, con fecha del 9 de septiembre en 2022: "Melilla sigue siendo un presidio ocupado y por este hecho no podríamos hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso”, ya que, matizan, Marruecos no considera a Ceuta y Melilla como "fronteras hispanomarroquíes”: "Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España”.

La carta a la ONU, según asegura la noticia firmada por la periodista Sonia Moreno, es una contestación a otra carta enviada en julio por la ONU en la que "solicitan a las autoridades marroquíes informaciones y observaciones sobre el uso excesivo y letal de la fuerza con los emigrantes de ascendencia africana, en particular refugiados y demandantes de asilo”.

Estas afirmaciones de Marruecos ante la ONU, en ningún caso nuevas pero sí sorprendentes tras la reunión del presidente Pedro Sánchez con el rey Mohamed VI el pasado mes de abril en la que se insistió en que la soberanía española de Ceuta y Melilla estaba “fuera de toda duda". 

La carta podría ser una respuesta a la respuesta de España a las alegaciones a la ONU sobre el trato a los migrantes del salto a la valla de 24 de junio. Marruecos señala a España como responsable de las devoluciones en caliente y mantiene que se opone a la expulsión en grupo de migrantes. "Es la responsabilidad de las autoridades españolas. Marruecos solo sufre las consecuencias de un fenómeno en el que gestión de la seguridad, por sí misma, ya ha mostrado sus límites".