Marruecos ha intentado insistir este viernes en que sus problemas son sólo con España y ha advertido que la resolución adoptada este jueves por el Parlamento europeo en forma de reprimenda por usar a la población, niños incluidos, para presionar por razones geopolíticas "no cambia el carácter político de la crisis bilateral". Al contrario, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino alauita ha advertido que "los intentos de europeizar esta crisis son inútiles y de ninguna manera alteran su carácter puramente bilateral, sus profundas causas y la probada responsabilidad de España en su estallido".

"La instrumentalización del Parlamento europeo en esta crisis es contraproducente porque, lejos de contribuir a la solución, es parte de una lógica de escalada política miope", ha criticado Marruecos, que opina que "esta maniobra, que tiene como objetivo eludir el debate sobre las causas subyacentes de la crisis, no engaña a nadie".

Rabat ha tildado de "ejemplar" su historial de cooperación migratoria con la UE: "La postura del profesor y del alumno ya no funciona y el paternalismo es un callejón sin salida". Según Marruecos, no es "el castigo o la recompensa" lo que mueve sus pasos, "sino la convicción de responsabilidad compartida".

Para el país vecino la resolución "estigmatiza" y "debilita" el espíitu de colaboración a ambos lados del Estrecho. "Por mucho que Marruecos esté satisfecho de su relación con la Unión Europea, el problema sigue siendo España mientras no se hayan resuelto los motivos que lo han desencadenado", ha resumido el comunicado oficial.