INFORME

Marruecos y la ‘táctica del salami’ en Ceuta y Melilla: “Esto no se ha acabado”

Marruecos y la ‘táctica del salami’ en Ceuta y Melilla: “Esto no se ha acabado”
Presentación del informe sobre las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla
Presentación del informe sobre las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla
El Observatorio de la Cultura presenta en Ceuta el informe sobre ‘Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris”

Una fina loncha de salami puede parecer inofensiva, pero muchas juntas pueden terminar alterando el statu quo sin que haya marcha atrás. En geoestrategia se llama la “táctica del salami” y es lo que vienen sufriendo Ceuta y Melilla de su vecino Marruecos desde hace ya varios años. Una estrategia híbrida que tuvo su máxima expresión (una loncha de salami más gruesa) en la entrada de miles de marroquíes, muchos de los menores, en las ya históricas jornadas del 17 y 18 de mayo de este año. Aquel fue solo un episodio de los muchos que ya han sufrido Ceuta y Melilla, como el cierre de aduanas, el fin abrupto del porteo, el veto al pescado, la piscifactoría de Chafarinas… Y los que vendrán. 

Así lo creen los autores del informe sobre las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla en la llamada “zona gris”, elaborado por el Instituto de Seguridad y Cultura, y presentado este viernes en el Aula de Exámenes de la UNED. Un escenario académico para un informe que no lo es pero sí pretende ser riguroso, ha matizado el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverria, encargado de traer a Ceuta la presentación de este estudio.

Del gris perla al marengo

Manuel R. Torres, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y Guillem Colom, profesor de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, dos de los cuatro coautores del informe junto a Josep Baqués y Javier Jordán, han presentado su informe en Ceuta con un aviso: “Esto no se ha acabado, hay un abanico amplísimo de acciones que van avanzando en ese objetivo de cortar la pieza de salami”.

“Son acciones que analizadas de forma aislada no tienen el mismo significado que si se agrupan en la óptica del conflicto en la zona gris, todo ese territorio que hay entre la paz (blanco) y la guerra (negro) y teniendo en cuenta que es una estrategia a largo y medio plazo. Pueden parecer anecdóticas, pero tienen un enorme peso acumulado. Si se van traspasando continuamente esas líneas rojas, que muchas veces no se han definido de forma explícita y se van asumiendo esas concesiones como hechos consumados, van avanzando en su pretendida recuperación de las dos ciudades”, explica Manuel R. Torres, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, coautor del informe, que, advierte que la entrada de miles de marroquíes en mayo se interpretó mal, de forma aislada: “Inmediatamente se interpretó como una pataleta, un mal paso de la Casa Real marroquí, pero que en cualquier caso estaba llamado a revertir y volver a la situación original, a las relaciones cordiales, pero yo al menos considero que no es así”.

Para los autores del informe la zona gris es el nuevo escenario en el que interpretar las relaciones con Marruecos.  “Esto cambia el contexto”, advierte Torres, aconsejando a los medios de comunicación que no den por hecha la distensión diplomática con Marruecos porque haya gestos de acercamiento, “La lógica no es la de la actualidad, esto tiene su propia lógica interna”, advierte. “Han abandonado la buena voluntad en sus relaciones con España”, considera y vaticina que “en los próximos años se van a producir acelerones y retrocesos en su objetivo (de Ceuta y Melilla, en ocasiones desconcertantes, sin que sepamos la razón, pero la razón es que es un plan trazado, que aunque no implique una definición perfecta de lo que se va hacer en los próximos años sí que persigue una meta a través de este tipo de estrategias”.

En cualquier caso, aunque el objetivo a medio y largo o larguísimo plazo es anexionarse Ceu ta y Melilla, a corto plazo, pasa por presionar a las ciudades autónomas, lo que le sirve a Marruecos para presionar a España para lograr el control total del Sáhara Occidental, su verdadero objetivo, al menos el que está en primer plano. Pero después de uno viene otro”, advierte Torres. “Una forma de forzar las tesis de España a favor de su posición en el Sáhara Occidental es precisamente ejercer presión sobre ceuta y Melilla, lo cual es paradójico porque ya son un objetivo, pero de manera incidental una presión ejercida en este preciso momento contribuye al objetivo principal que es el Sáhara y al mismo tiempo contribuye al siguiente objetivo, que son Ceuta y Melilla. Y todo eso aderezado con la creciente rivalidad geoestratégica que ejerce hacia Argelia y con el deterioro de las relaciones de ambos países, que a su vez lleva a Marruecos a tener una actitud más vehemente en sus reivindicaciones sobre el Sáhara, porque considera que este es un momento propicio para acelerar y forzar acontecimientos, ya que la ventana de oportunidad que se abrió con la administración Trump se vuelve cerrar”.

El contexto cambia y también ha de cambiar la respuesta de España, advierte Torres. “Ha cambiado el escenario y lo lógico es que las autoridades, el Gobierno de España, sea consciente de cómo hay que reaccionar a esa nueva situación. Y no es la de correr inmediatamente a después de una agresión o de una cierta hostilidad, intentar recomponer una situación”. Eso le corresponde al que inició la pelea, zanja.

Marruecos y la ‘táctica del salami’ en Ceuta y Melilla: “Esto no se ha acabado”


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