ENTREVISTA EN VÍDEO

Mohamed Mustafa (Ceuta Ya!): “La periferia tiene que entender que si no vota deja que la mayoría privilegiada siga decidiendo”

Mohamed Mustafa (Ceuta Ya!): “La periferia tiene que entender que si no vota deja que la mayoría privilegiada siga decidiendo”

El candidato a la Presidencia de la Ciudad por Ceuta Ya! pasea con ceutaldia.com, ceutaactualidad.com y ceutatv.com desde la casa de sus padres, en Patio Castillo, hasta la calle Real para repasar algunas de las cuestiones nucleares de su discurso de campaña, entre otras, la enorme desigualdad que hace que, en su opinión, tengamos “un sistema democrático vacío”


Paseamos con Mohamed Mustafa desde su patria de la infancia, Patio Castillo -“aquí he sido muy, muy feliz”- hasta la mitad de la calle Real. Habla de política con el discurso de siempre de UDCE, Caballas y ahora Ceuta Ya!. Señala a las claras que se crió en un “gueto” que hoy sigue siendo “gueto”. Su memoria no olvida que construyendo los edificios modernos de enfrente, los que trepan al cielo en la calle Huerta del Molino, un vecino, cuyos hijos siguen en el hacinamiento de Patio Castillo, perdió la vida por la falta de seguridad laboral. O que cuando “imberbe” empezó a militar en política, la telaraña de cables colgando de un poste ya estaba ahí, y que 20 años después ahí siguen por más que quienes podían ejecutar prometieron soterrarlos todos.

Quizás por ese pasado, el candidato de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, a la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta, gasta de manera natural el “nosotros” cuando habla de la “gente humilde”, de quienes han sido golpeados por la falta de oportunidades y quienes para avanzar en la vida tenían empinadas escaleras mientras los de al lado podían subir en rampas mecánicas. Su proyecto político, el que heredó de Mohamed Ali, pone el foco en esa parte de la población que sufre desigualdad galopante, que vive al borde del precipicio de la pobreza y que son funambulistas del día a día recorriendo el alambre para procurarse tres comidas cada día o un techo para “seguir viviendo, esa fea costumbre”, ironiza.

En una ciudad donde el 40 por ciento de la población vive bajo los umbrales de la pobreza, el concepto de democracia, el concepto de estado democrático social de derecho, se vacía. La democracia se vacía. No tiene sentido

Aunque lleve toda la vida en política, en realidad, estas son las primeras elecciones en las que encabeza una lista. Llega a ese liderazgo, quizás en las horas más bajas, a tenor de las encuestas, de su propia formación, pero también de todo el localismo, el espacio político por el que siempre apostó. Tal vez él mismo está ahora, estos días, recorriendo ese precipicio de la supervivencia política. Con la firme idea y la fe intacta de que queda mucho por hacer para defender políticas que acerquen las dos Ceutas, que limen esa abultada desigualdad que sufre la ciudad y que dé más facilidades, alguna opción, a ese 40 por ciento de ceutíes aquejados de pobreza y que pagan con letras de futuro sin plazo fijo la hipoteca del presente.

“En una ciudad donde el 40 por ciento de la población vive bajo los umbrales de la pobreza, el concepto de democracia, el concepto de estado democrático social de derecho, se vacía. La democracia se vacía. No tiene sentido. Ya tenemos el argumento para decir: hay que acabar con las desigualdades, porque no sólo va a beneficiar al que las sufre, también al que no. Sacar a una persona de la miseria, incorporarlo como ciudadano, que tenga las mismas oportunidades que el resto, genera riqueza para todos y todas”, explica.

Ellos compran casas de forma muy sencilla, los bancos les dan préstamos hipotecarios, tienen recursos económicos suficientes para hacer frente a las cuotas, son funcionarios,

Mustafa ancla en esa desigualdad gran parte de sus propuestas de campaña, como la de que sea Procesa quien entregue microcréditos de 10.000 euros a quienes quieran emprender pequeños negocios, tiendas de barrio, y durante un año no tengan que hacer frente ni a los gastos de luz y agua ni a las tasas e impuestos municipales. Eso sí, siempre con un estudio de mercado previo que garantice la viabilidad de las empresas. Incluso va un poco más allá y pide que sea la propia Procesa la que, usando locales vacíos como los que tiene Sepes en la Loma Colmenar, arranque el negocio y lo ponga en manos de personas desfavorecidas del barrio, regentándolo durante un tiempo para que una vez que se compruebe su viabilidad se traspase a esa familia.

Apuesta firmemente también por regularizar las viviendas que han ido aflorando en Ceuta ante la falta de vivienda pública y ante los prohibitivos precios del mercado privado. Tal y como ha hecho la Junta de Andalucía con 300.000 viviendas, entre otras para aflorar economía. “No es un gobierno bolchevique, es de derechas”, apostilla. “Pero sabe que regularizando la vivienda aflora la economía ¿Cómo? Porque esas personas ya tienen sus títulos de propiedad y evidentemente, si tienes propiedad, tienes que pagar tasas que acabarían en el municipio”.

Unos cuántos que se rasgan las vestiduras diciendo que son más españoles que nadie y que el resto no son españoles, son los primeros en marcharse. El plus de residencia es su patria. Estos sinvergüenzas que dicen que Ceuta está invadida, su patria es el plus de residencia, sin el plus de residencia estos no estarían en Ceuta.

Eso sí, para las infraviviendas sigue reclamando un censo que sirva para después dar prioridad en adjudicaciones de vivienda pública, pero eso sabe que lleva más de una década y que desde hace más tiempo aún ese censo se sabe que hay que hacerlo, pero no se hace.

“No lo hacen porque ellos no tienen problemas de vivienda. Ellos compran casas de forma muy sencilla, los bancos les dan préstamos hipotecarios, tienen recursos económicos suficientes para hacer frente a las cuotas, son funcionarios, el 60 por ciento de la ciudad vive del sector público, el resto, o les ponemos el café o malvivimos. Hay que empezar a hablar de las cosas como son. Hay desigualdad flagrante y limita el crecimiento económico y social. Hay que acabar con ella”, repasa.

Mustafa reclama en esa misma línea argumental que divide la ciudad conforme a la realidad social que dibuja en su discurso en una Ceuta rica y otra pobre, unos ellos pudientes y privilegiados y unos nosotros (se incluye) al borde del abismo permanente, la solvencia de su equipo, “joven”. Pero una solvencia que enmarca no sólo en la preparación o en sus ideas y capacidad de trabajo, también en el compromiso con la ciudad.

Tenemos un sistema democrático donde la gente del centro acaba decidiendo quién gobierna. Y esto la gente de la periferia lo tiene que entender. Si no salen a votar dejarán que la mayoría, la gran mayoría privilegiada siga decidiendo

“Son personas que sienten Ceuta, que están aquí, que no cogen el jueves o el viernes y se van a Fuengirola. Unos cuántos que se rasgan las vestiduras diciendo que son más españoles que nadie y que el resto no son españoles, son los primeros en marcharse. El plus de residencia es su patria. Estos sinvergüenzas que dicen que Ceuta está invadida, su patria es el plus de residencia, sin el plus de residencia estos no estarían en Ceuta. Yo estoy en Ceuta, vivo en Ceuta, he tenido la oportunidad de irme a muchísimos sitios, y no me voy a ir y le voy a pedir a Alá que me facilite la muerte en Ceuta para ser enterrado en Sidi Embarek”, sentencia Mustafa.

Y a ese “nosotros” del que habla le lanza un mensaje claro para que este próximo 28 de mayo comience a recuperar la democracia con sus votos. Pide “una amplísima participación de los sectores golpeados, de los sectores vulnerables, de los que más han sufrido”.

Y es que parte de la confortable mayoría que la derecha lleva ejerciendo durante más de dos décadas en esta ciudad se sustenta en el aplastante triunfo que obtiene en los distritos del centro, donde vota entre el 75 y el 80 por ciento del censo de forma tradicional, mientras que en barrios como El Príncipe la participación a duras penas alcanza el 50 por ciento del vecindario, o peor aún en Poblado de Sanidad donde sólo 3 de cada 10 vecinos votaron en las últimas convocatorias.

“Tenemos un sistema democrático donde la gente del centro acaba decidiendo quién gobierna. Y esto la gente de la periferia lo tiene que entender. Si no salen a votar dejarán que la mayoría, la gran mayoría privilegiada siga decidiendo (…) Tienes que levantarte e ir a votar. Y quien te diga que tu voto no vale, es quien se está beneficiando de que no votes. Es precisamente ese el que se levanta a las 8 de la mañana, se acicala, se pone en DNI entre los dientes y va a votar. Y tú te quedas en casa refunfuñando. Hay que cambiar esa dinámica. Vamos a ser nosotros los que vamos a ir votar”, pide.

Mohamed Mustafa (Ceuta Ya!): “La periferia tiene que entender que si no vota deja que la mayoría privilegiada siga decidiendo”


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