Según ha desvelado el diario El País este lunes, los borradores que se trabajan en la actualidad para alumbrar el denominado Concepto Estratégico de Madrid que regirá la acción de la OTAN durante la próxima década y que han de aprobarse en la cumbre que la Organización celebra en Madrid esta semana acabarían con la ambigüedad en la que se encuentran las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que pasarían a ser de facto territorio a defender de cualquier agresión de un país externo por la alianza.

Hasta ahora cabían dudas razonables sobre si España podía pedir amparo a la OTAN en caso de un hipotético movimiento por parte de Marruecos que amenazara su soberanía española. Expertos de todos los colores debatían la posibilidad sin arrojar una conclusión clara. Unos defienden que sí y otros que no. Esa ambigüedad se terminaría de aprobarse ese nuevo Concepto Estratégico en los términos que, según el diario nacional, recogen los borradores ahora mismo.

¿Por qué? Porque en los últimos meses a raíz de la invasión Rusia de Ucrania todo parece haber cambiado en materia de seguridad internacional. Y en la línea que ha venido defendiendo el secretario general de la OTAN; Jens Stoltenberg, se apostará por defender cada milímetro de territorio aliado. Lo que de facto supondrá que ante cualquier ataque contra la integridad territorial de un miembro de la Organización se entenderá como un ataque contra toda la Alianza y habrá obligación de respuesta conjunta. Sin excepciones como las que ahora mismo se recogen y que son las que generaban las dudas de qué pasaría si se llegara al caso de ver amenazada la integridad territorial de Ceuta y Melilla.

Pero no sólo eso. En el debate entorno a la cumbre, en la redefinición de los objetivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, figura ahora mismo otra circunstancia que no está tan clara que salga adelante, pero que al menos se debate. Sería la de pasar a considerar los movimientos migratorios como una amenaza a la seguridad global. Esto supondría a su vez cortar las alas a movimientos de guerra híbrida como el que realizó Marruecos el pasado mes de mayo de 2021, dado que a diferencia de lo que sucedió entonces, la OTAN podría considerar eso como una agresión y por tanto reaccionar como tal.