Una de las medidas más ambiciosas que contempla el Plan Estratégico para la ciudad es la recuperación para usos residenciales de miles de metros cuadrados que en la actualidad ocupa el Ministerio de Defensa. Se señala en concreto la transferencia a dominio público municipal de tres cuarteles:  el acuartelamiento de Coronel Fiscer, en 2026; el de Teniente Fuentes Pila en 2027 (ambos en Avenida España y Ejército Español) y el de Otero en 2029. Y para ello se prevé que salgan de los Presupuestos Generales del Estado 60 millones de euros. La cuestión es que desde que se conociera el detalle del Plan, desde Ceuta Ya! Se ha cuestionado la medida arguyendo siempre que finalmente será la Ciudad Autónoma, por tanto todos los ceutíes, quienes paguen por ese suelo. Este jueves durante un desayuno de los medios con el nuevo delegado del Gobierno, Rafael García, y parte de su equipo, el propio García ha derivado la pregunta directa por la cuestión a su asesor Pablo Núñez, quien es la persona designada desde Delegación para representar a la entidad en la Comisión Mixta de Seguimiento del Plan:

“La Ciudad si lo paga no lo hará con fondos propios. Lo hará con fondos que vienen del Estado”, ha manifestado Núñez.

La afirmación va en la misma línea que lo que se ha venido sosteniendo desde el Gobierno de la Ciudad y desde el PSOE desde que se diera a conocer el Plan. Pero hay un pero.

Si tanto Vivas como Núñez parecen ser rotundos en sus afirmaciones, no todos los argumentos ni los hechos pasados apuntan en esa misma dirección. La maldita letra pequeña, los matices, los pequeños detalles en los que acostumbra a jugar con maestría el diablo.

“Hay un planteamiento: 60 millones de euros que van destinados a la liberalización del suelo por parte de Defensa. Si hacemos cuentas esos 60 millones de euros están muy por debajo del valor de mercado que suponen miles y miles de metros cuadrados que a día de hoy están en posesión de Defensa. Bien sea a través del Gobierno o de la Ciudad, la Ciudad con sus fondos propios no va a hacer frente a esa cuestión. Respondiendo a Ceuta Ya! ¿Dónde está el fraude o dónde está el problema? Estamos haciendo frente a una reivindicación que, por cierto, ellos a lo largo de su historia han ido poniendo encima de la mesa y ahora se está haciendo realidad. No entendemos un poco ese lamento”, ha expresado Núñez.

¿Significa eso que si el precio del suelo es superior a esos 60 millones de euros que consignará el Estado en los próximos Presupuestos Generales del Estado, la Ciudad habrá de aportar lo que falte? No parece que sea la intención con la que se pensó la medida en el Plan, pero…

Pero no hace tanto, en 2013, el Ministerio de Defensa solicitó al Gobierno de la Ciudad en el marco del nuevo Plan General de Ordenación Urbana que recalificara dos de esos tres cuarteles, Fiscer y Fuentes Pila con la clara intención de revalorizar su precio.

A mayores, el propio Núñez este jueves se ha referido a que lo que hay en marcha es un “plan marcado por Defensa, de hace mucho tiempo, un convenio firmado con la entonces ministra Chacón, lo que se está dando es cumplimiento en todo caso acelerando lo establecido por Defensa”. En ese convenio con Defensa no se contemplaba la cesión del suelo a coste cero para la Ciudad sino a precio de mercado.

Y la sombra del Brull está ahí. En ese caso el procedimiento fue similar, primero se recalificó su uso y después se pagó a precio por su nuevo uso, 10 millones de euros de hace tres lustros.

Pero contra todo eso, hay tres argumentos. Uno de peso, los 60 millones de euros que el Estado prevé para el intercambio de titularidad entre administraciones de esos tres cuarteles. Y las reiteradas palabras del presidente de la Ciudad, tras la visita de la ministra de Defensa actual, Margarita Robles y las más rotundas de este jueves de Núñez: “La Ciudad si lo paga no lo hará con fondos propios. Lo hará con fondos que vienen del Estado”.

Para dirimir de forma definitiva todas las dudas sólo hay que esperar a 2026, año en el que el primero de esos tres cuarteles debería pasar a titularidad municipal.