ELECCIONES ANTICIPADAS

Pedro Sánchez adelanta la convocatoria electoral al 23 de julio para tratar de amortiguar la caída del PSOE

Pedro Sánchez adelanta la convocatoria electoral al 23 de julio para tratar de amortiguar la caída del PSOE
Pedro Sánchez, durante el anuncio del adelanto de la convocatoria electoral
Pedro Sánchez, durante el anuncio del adelanto de la convocatoria electoral
El presidente del Gobierno, que ha asumido "en primera persona" el abrupto desplome de su partido en las municipales y autonómicas, ha optado por la vía democrática para "clarificar la voluntad de los españoles" de cara al futuro más inmediato del país

Apenas veinticuatro horas después de que las urnas de toda España se llenasen hasta arriba de papeletas, la ciudadanía vuelve a estar llamada a votar. En medio de una resaca electoral como pocas se recuerdan, Pedro Sánchez ha anunciado este 29 de mayo el adelanto de las generales. No un mes; ni siquiera dos o tres; casi medio año.

El presidente del Gobierno ha oficializado el anuncio en cuestión a las puertas del Palacio de la Moncloa tras "mantener un despacho con Su Majestad el Rey". Sánchez habría trasladado a Felipe VI "la decisión de convocar un Consejo de Ministros extraordinario para disolver las Cortes Generales" y forzar, así, la subsiguiente "convocatoria de elecciones", de la que el Boletín Oficial del Estado se hará eco este próximo día 30.

La fecha elegida por el jefe del Ejecutivo central ha sido -"de acuerdo con los plazos que establece la ley"- el 23 de julio. Sánchez aseguraba que la decisión obedece a "los resultados de las elecciones celebradas ayer". Para el mandatario, la circunstancia tiene "dos consecuencias": la primera, que "magníficos presidentes autonómicos y alcaldes socialistas se verán desplazados" a pesar de su "impecable gestión"; la segunda, que "numerosas instituciones pasarán a estar administradas por nuevas mayorías conformadas por Partido Popular y VOX" (está por ver si ese será el caso de nuestra salada Perla del Mediterráneo).

Pese a su carácter regional, para Sánchez, los comicios de este pasado domingo "trasladan un sentido que va más allá". Aunque -al igual que hiciera Gutiérrez- el presidente ha evitado hablar de batacazo o fracaso, este ha asumido "en primera persona" y "como secretario general del Partido Socialista" los resultados salidos de las urnas, que ponen a los suyos contra las cuerdas en muchos puntos de la geografía nacional.

"Creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular", espetaba Sánchez, que considera que, dadas las circunstancias y pormenores actuales, el futuro más inmediato de España requiere de "una clarificación sobre la voluntad de los españoles" y "sobre las políticas que debe aplicar el Gobierno de la nación".

La decisión es firme, tajante; no hay marcha atrás posible. Los electores de todo el país cambiarán -forzosamente- el frío de la Navidad por el sofocante calor del verano para ejercer su derecho al sufragio. Puede que muchos lo hagan a las puertas del período vacacional o, incluso, en medio de este, lo que podría dar lugar a un incremento en la abstención. Quizá, de hecho, sea ahí donde radique el porqué de tan precipitado llamamiento.

Especulaciones aparte, solo el tiempo y los votos dirán cuál es el destino más inmediato de España. De momento, habrá que esperar hasta el 24 de julio para ver cómo quedan repartidos los asientos en Congreso y Senado.

Pedro Sánchez adelanta la convocatoria electoral al 23 de julio para tratar de amortiguar la caída del PSOE


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