Una abogada, una representante sindical y una educadora social. Isabel Valriberas, decana del Colegio de Abogados de Ceuta; Yolanda Díaz, secretaria de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO; y Nisrin Haddad Ahmed, educadora social.  Tres mujeres, referentes en su campo en Ceuta, que se han sentado a debatir sobre la igualdad en la Biblioteca Pública del Estado en el marco de las actividades organizadas por la Comisión del 8M, formada por la Facultad de Educación de la Universidad de Granada, ACCEM, CCOO, CGT, Andalucía Acoge y Fundación Cruz Blanca, el Conservatorio, CCOOO y la Plataforma Feminista.

Una mesa redonda, presentada y moderada por Paloma Fernández Coleto, de la Plataforma Feminista, que se ha articulado e torno a preguntas concretas. La primera, y crucial, ¿existe igualdad en Ceuta?. La respuesta puede darse en diferentes niveles, el legislativo, el laboral, a pie de calle o incluso desde los márgenes de la sociedad.

Isabel Valriberas, decana del Colegio de Abogados de Ceuta y con una amplia trayectoria profesional, empezó por acotar el debate. Y es que igualdad hay, al menos desde el punto de vista de nuestro marco jurídico, en el marco de la UE y con un amplio abanico legislativa que desembocó en la LO 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y que hizo posible hace solo dos años el RD 901/2020 de 13 Octubre 2020 tiene como finalidad el desarrollo, diagnóstico, registro, depósito y acceso de los planes de igualdad. “Las leyes las tenemos, ahora hay que aplicarlas y dotarlas de medios”, zanjó Valriberas, recordando que es una responsabilidad de todos y en todos los sectores de la sociedad.  

“Los planes de igualdad son la herramienta feminista en las empresas”, recordó Yolanda Díaz secretaria de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO. Su empresa, en este caso la Ciudad tiene un Plan de Igualdad desde 2011 que, ha adelantado Díaz, trabaja ya en su renovación desde finales de 2021. 

La Ciudad es una excepción al ser administración pública. En el sector privado, solo una empresa ceutí de más de 50 empleados (obligadas a ello) tiene redactado su Plan de Igualdad. Aunque hay atisbos para la esperanza, admite Yolanda Díaz, cinco empresas han acudido al sindicato interesadas en dar el paso.

Marcos legislativos y planes de igualdad que no alcanzan a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los más vulnerables, los inmigrantes. Menos aún a las mujeres migrantes. De ellas quiso acordarse Nisrin Haddad Ahmed, educadora social, con una mención especial a las empleadas de hogar transfronterizas y a todas las mujeres, muchas de ellas devueltas en caliente que cruzaron la frontera.

Preguntadas por cuáles debe ser las prioridades para el movimiento feminista, la respuesta trazó el que puede ser el camino de las reivindicaciones por la igualdad efectiva. Para Yolanda Díaz, además de implementar y hacer efectivos los planes de igualdad, aboga por dar plenos derechos a un sector concreto muy olvidado, las empleadas de hogar, que en la actualidad no tiene derecho a paro (aunque durante la pandemia Ministerio de Trabajo puso en marcha por primera vez un subsidio que daba cobertura por desempleo a este sector y trabaja en una fórmula para mantenerlo en el tiempo) y, por último, pide la reforma y actualización de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Para  Nisrin Haddad Ahmed e Isabel Valriberas, además, habría que empezar de cero con educación y formación en igualdad, “que es donde estamos fallando”.