El Pleno ratifica por unanimidad su “más profunda defensa” de la democracia y de la igualdad


El Pleno ratifica por unanimidad su “más profunda defensa” de la democracia y de la igualdad

- La propuesta defendida por el PSOE en respuesta a la polémica suscitada por las declaraciones de Benaisa no ha suscitado debate alguno

- Todos los grupos han votado a favor del texto leído literalmente por el secretario general de los socialistas, José Antonio Carracao

Sin polémicas y sin debate. El Pleno de la Asamblea ha aprobado por unanimidad la propuesta defendida por el PSOE de Ceuta surgida al hilo de la polémica suscitada la pasada semana por las palabras del estudioso del Corán Malik Ibn Benaisa. Sólo ha intervenido el portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, José Antonio Carracao.

En su parte dispositiva la propuesta recogía el llamamiento para que el “Pleno de la Asamblea” manifestara “su más profunda defensa de lo valores democráticos y, especialmente, de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, condenando las manifestaciones que promuevan cualquier forma de discriminación y del derecho a la libertad religiosa, ideológica y de culto, comprometiéndose a la remoción de cuantos obstáculos limiten sus manifestaciones conformes a la ley”.

Carracao tampoco se ha querido desviar un ápice de lo previsto para no dar pie a cualquier tipo de controversia y así ha leído el tenor literal de su propuesta:

“La Constitución Española de 1978 regula en su Título I el conjunto de derechos, deberes y libertades que constituyen fundamento del orden político y la paz social.

Así, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político se convierten en valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico e inspiran al Estado social y democrático de Derecho que es España.

Por su parte, al artículo 9.2 de la Carta Magna impone a los poderes públicos la obligación de ‘promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social’.

Conjugar estos principios y el ejercicio de los derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos, hace de la española y la ceutí una sociedad más libre, justa, igualitaria y próspera.

La Constitución Española proclama, además, en su artículo 14 el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

En desarrollo de este precepto constitucional y, al objeto de conseguir una sociedad mas justa y solidaria, se aprueba la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. En su exposición de motivos, la ley establece la necesidad de una acción normativa que se dirija a combatir todas las manifestaciones subsistentes de discriminación, directa o indirecta, por razón de sexo y a promover la igualdad real entre mujeres y hombres, con remoción de los obstáculos y estereotipos sociales que impiden alcanzarla.

La discriminación de la mujer en cualquiera de sus formas es un obstáculo para el bienestar de la sociedad y entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de un país. La igualdad de género se concibe como un derecho genuino de las mujeres y un elemento enriquecedor que hará de la sociedad española una sociedad mas justa.

Ningún resquicio o duda puede admitirse sobre estas afirmaciones, por este motivo, para el PSOE de Ceuta es fundamental que el Pleno de la Asamblea se pronuncie, hoy más que nunca, de forma unánime y sin fisuras sobre este principio fundamental, inspirador del orden constitucional y de nuestra sociedad.

Por otro lado, la Constitución Española garantiza y defiende en su artículo 16 ‘la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley’.

La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de libertad religiosa, vino a consagrar este derecho fundamental reconocido en nuestro texto constitucional.

La defensa de la pluralidad religiosa, del respeto y remoción de las limitaciones y atentados a su ejercicio son seña de identidad de nuestra ciudad y constituyen parte de su esencia.

El respeto a los derechos y libertades fundamentales, a su ejercicio y sus manifestaciones, es imagen y símbolo de esta ciudad multicultural ejemplo de convivencia y tolerancia”.

Y en base a esa argumentación se ha logrado que la Asamblea ratifique su defensa del ordenamiento democrático, de la igualdad entre hombres y mujeres y de la libertad de culto.

El Pleno ratifica por unanimidad su “más profunda defensa” de la democracia y de la igualdad


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