El PP rechaza asumir que en Ceuta existe el racismo estructural que denuncia Caballas

El PP rechaza asumir que en Ceuta existe el racismo estructural que denuncia Caballas
Martínez, este jueves, en el Pleno.

- Aróstegui defiende la necesidad de asumir la existencia del "efecto contaminante y determinante del racismo en todos sus modos e intensidades" y de adoptar medidas para combatirlo

- "Si los musulmanes son el 50% de los ceutíes, lo lógico sería que fuesen más o menos la mitad de los funcionarios y de los parados, pero no es así", subraya

- Martínez alega que el localista vive en "una realidad distorsionada" y Carracao, que la coalición no propone "nada concreto" al respecto


El encendido alegato que Juan Luis Aróstegui ha realizado este jueves durante el Debate sobre el estado de la ciudad para llamar a la Corporación a luchar unidos para cambiar por otra "intercultural" la ciudad "socialmente amorfa" y "descompuesta" que diagnostica Caballas por "el efecto contaminante y determinante del racismo en todos sus modos e intensidades" tampoco ha fraguado esta vez en el Pleno. El portavoz del PP, Guillermo Martínez, lo ha negado todo: "La suya es una realidad distorsionada".

Ni siquiera el PSOE ha votado a favor de la propuesta de resolución localista para "promover las acciones precisas para lograr el justo reconocimiento institucional de las señas de identidad de la cultura musulmana”, poner en marcha "medidas de discriminación positiva en aquellos ámbitos en lo que sea legalmente posible para garantizar la igualdad efectiva de todos los ceutíes" y animar "una movilización social orientada a erradicar el racismo en todas sus modalidades e intensidades".

A juicio de Carracao, la iniciativa de Caballas no llevaba "nada concreto" e incluía relaciones extemporáneas entre religión, paro y Función Pública, por lo que los socialistas se han abstenido. Los Populares han argumentado que en Ceuta se vive en "una convivencia en la que somos distintos en orígenes y culturas, pero con absoluto respeto a todas las manifestaciones que nos enriquecen porque todas son de todos".

"Ya se está fomentando, quizá no tan intensamente como usted querría, el conocimiento y el aprecio por la diversidad", ha defendido Martínez, quien ha subrayado que "todos compartimos el respeto absoluto a la Constitución y al imperio de la Ley, y dentro de ambas al derecho fundamental a la igualdad entre todos los españoles".

Aróstegui no opina lo mismo. A su juicio, el Pleno, "el foro político por excelencia", no puede "rehuir lo que en la calle se palpa, lo que ocupa y preocupa a todos los ceutíes y condiciona todas las actuaciones en la esfera pública". Desde su punto de vista, si los musulmanes son la mitad de la población también deberían, en buena lógica, ser más o menos la mitad de los parados y la mitad de los funcionarios. Pero no. "La realidad es que el 90% de los empleados públicos son cristianos y el 85% de los desempleados musulmanes", ha resaltado.

"El 'nosotros' aquí siempre ha estado fragmentando"

"Es verdad que el racismo local no es agresivo ni se muestra en su exponente máximo, pero sí está en el fondo de la cuestión, en el rechazo al diferente, y los ciudadanos lo perciben y les condiciona, por lo que nadie que quiera el bien puede permanecer al margen de esta discusión, menos quienes debemos hacer pedagogía social y diseñar el futuro de esta ciudad", ha argumentado.

Según su criterio, el PP elude este debate "porque está instalado en dos principios igual de equivocados: que el modelo de Ceuta de hace 50 años es sostenible y que la integración pasa por la reconversión y la asunción de costumbres, pero hay que entender y reconocer que los musulmanes no quieren convertirse en cristianos porque están orgullosos de su cultura sin que deba restringirse al espacio privado".

"La interculturalidad es un objetivo irrenunciable, deseable y positivo que nos debe unir a todos asumiéndolo con valentía, rigor, ilusión y entusiasmo para construir la Ceuta del siglo XXI entre todos y no con colectivos subordinados", ha completado Aróstegui, que no ha conseguido convencer al PP y al PSOE, al terminar diciendo que "el 'nosotros' aquí siempre ha estado fragmentado y con eso hay que acabar".

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