A pocas personas ha sorprendido el resultado de la votación en Pleno sobre la propuesta de Caballas, a través del grupo UDCE, sobre el Plus de Residencia. En los mentideros políticos locales ya se decía que tanto PP como PSOE votarían en contra, por lo tanto hasta ahí todo claro. Sin embargo sí ha sido más inesperado, y ciertamente revelador, el contenido del debate previo. Y es que la sesión de este viernes ha servido para dejar claro el nerviosismo en el que viven instalados algunos destacados dirigentes de la política local.

UDCE se ha presentado en el Pleno con una propuesta clara.Iniciar los trámites necesarios para que el Plus de Residencia quedase legislado, de tal forma que sea obligatorio en el sector privado y fijado en un 33 por ciento. El objetivo es según su portavoz, Mohamed Alí, acabar con la desigualdad existente hoy en día entre trabajadores públicos y privados, e incrementar los niveles de riqueza y calidad de vida de los ceutíes. Una propuesta que UDCE ampara en un informe de la Universidad de Granada, encargado por el Consejo Económico y Social, que muestra las bondades de esta iniciativa para la economía local. Además, los localistas consideran que no deberían suponer una gran merma para los empresarios, ya que muchos trabajadores ya cobran un porcentaje extra en sus nóminas gracias a las bonificaciones a la Seguridad Social,que sólo habría que completar hasta ese 33 por ciento. Todo parabienes, según parecía.

Pero no piensa lo mismo el Gobierno, representando en el consejero de Hacienda. Francisco Márquez ha indicado a Mohamed Alí que su propuesta no contaba con el suficiente sustento para tomar una medida de tal calado. Faltaban estudios,documentos, experiencias y ese informe de Granada no cuenta todavía con un dictamente definitivo del CES. Una contestación que podría parecer no demasiado agresiva. Sin embargo, Márquez la ha envuelto en el tono chulesco, prepotente y perdonavidas que ha adoptado en el Pleno de la Asamblea desde su ascensión a la categoría de 'superconsejero', el 'hombre fuerte' en el actual Gobierno Vivas. Acusaciones de electoralismo, de propuestas vacías o incluso de "poner en peligro el empleo de todos los ceutíes", según ha alertado Márquez, que ha preguntado a Alí si conoce qué consecuencias podría tener esta obligación en la destrucción de más puestos de trabajo en Ceuta. En suma, una postura "irresponsable" que según el consejero demuestra la "incapacidad para asumir el Gobierno" de los de Mohamed Alí. Para medidas buenas, ha recordado Márquez, las del PP y Juan Vivas, como las bonificaciones a la Seguridad Social que han permitido mejorar la contratación en Ceuta. 

La respuesta de Alí ha sido virulenta: ha echado en cara a Márquez que use al CES como excusa cuando nunca han seguido sus consejos, le ha indicado que la propuesta carecía de más estudios porque ha sido él como consejero el que la ha tenido un mes y medio en un cajón en lugar de enviarla a los técnicos "que se cree que son del PP, pero lo son de la Ciudad" y le ha dicho que no se preocupa de los problemas de los trabajadores ceutíes, sino tan sólo "de sus viajes a Madrid, que usted sabrá a qué se dedica".

El debate ha sido menos acalorado con el PSOE, que también ha rechazado la propuesta. Alí ha señalado que "una vez más PP y PSOE se unen contra los intereses de Ceuta", pero no ha querido 'hacer sangre' ya que considera que el responsable de la postura es el secretario general del partido, José Antonio Carracao, y no la portavoz Inmaculada Ramírez, que le ha recordado que ellos "también son oposición" y están allí para "luchar contra el PP, políticamente". Sin embargo, el PSOE tampoco ha apoyado amparándose en esa falta de estudios e información.

Al final, propuesta rechazada con los votos en contra de PP y PSOE, a favor de la UDCE y la abstención del diputado no adscrito.