“Hoy hemos batido un récord, nunca había tardado tanto en llegar de la Asamblea al Parque Marítimo”, confesaba Vivas tras ver como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso pulverizaba su marca de saludos por minuto. “Nunca había visto tantas sonrisas, tantas muestras de cariño sincero”.
Una larga hora tardaron ambos presidentes y el séquito que los acompañaba en ir desde el salón del Trono del Palacio Autonómico hasta el mirador del Parque Marítimo del Mediterráneo, justo sobre la cascada del lago central, el escenario elegido para servir de telón de fondo para la comparecencia de la mediática líder popular. El acto con los medios de comunicación estaba previsto a las 13.30h pero empezó con casi una hora de retraso tras el largo paseíllo de la presidenta por el centro de la ciudad, en el que no dijo no a ni un solo admirador. Hubo fotos para todos. No tuvo reparos en retratarse con niños, jóvenes, ancianos, mascotas, admiradores y algún detractor. Hasta con un blíster de embutido ibérico llegó a retratarse la presidenta de la Comunidad de Madrid en su recorrido por la Gran Vía. Nadie se quedó con ganas de un ‘selfie’ con Ayuso. Y si alguno dudaba, ella misma se acercaba para hacerse la foto.
Vestida de azul popular con abanico del partido a juego, Ayuso se dejó querer por sus admiradores, que la saludaban a su paso al grito de “presidenta, presidenta”. “Esto nos pasa hasta en París”, explicaba el fotógrafo oficial que acompaña a la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Y no pocos madrileños, como el matrimonio de turistas que entraba al Parque justo cuando lo hacía su presidenta o los que entraban al Hotel Puerta de África, recién llegados de unas vacaciones por Marruecos. “Muchos me dicen que tienen en Madrid a sus hijos, estudiando o trabajando y yo siempre les digo que estén tranquilos, que yo los cuido”, bromeaba Ayuso, sorprendida de la cantidad de ceutíes que se había encontrado durante toda la mañana que tienen lazos con la capital del Reino. Pero quienes se llevaron las mayores atenciones fueron los perros. Desde el pequeño yorkshire que se tumbó a sus pies para que nada menos que Ayuso le rascara la barriga a los perros policías que garantizaron que no había ni rastro de explosivos a su paso.
“Gracias por esta acogida, gracias por el cariño de la gente, de tu equipo, gracias por hacerme sentirme en casa, aunque, en realidad, Ceuta como Madrid es la casa de todos”, agradeció Ayuso parar cerca su paso por la ciudad autónoma, no sin antes lanzar un tímido ‘viva España’.
