La nueva Ejecutiva del PSOE ceutí, encabezada por José Antonio Carracao, trata estos días de Navidad de retomar las riendas de un partido que ha permanecido disuelto durante un largo año. Después de la polémica y tensa Asamblea de refundación del pasado día 13 de diciembre la cuestión prioritaria parece estar en lograr que las 140 personas que se quedaron fuera de la militancia por no figurar en el censo anterior a la disolución pasen a engordar las filas socialistas locales.

“Quizás sea bueno preguntarles si quieren seguir formando parte del partido. Si nadie nos dice lo contrario afiliaremos a los que en su día lo solicitaron y le trasladaremos esa petición con un informe positivo a la Ejecutiva Federal”, explicó José Antonio Carracao.

En principio lo que está haciendo el PSOE local es remitir por carta escritos en los que pide confirmación de la intención de militar en el partido. Si no hay respuesta negativa o simplemente no la hay, la Ejecutiva tramitará en positivo la petición de afiliación. Todos los datos, incluido el de la cuenta bancaria obran en poder del PSOE.

La intención de la Ejecutiva es lograr así engordar la lista de militantes. Esa lista era de 130 en el momento de la refundación del partido. Una cifra pobre para todo un PSOE con más de cien años de historia y que en Ceuta en lo que a militancia se refiere está por debajo incluso de partidos extraparlamentarios como el PSPC de Iván Chaves y Juan Luis Aróstegui.

Los doce purgados

Otra importante preocupación de la Ejecutiva en sus primeros días de trabajo al frente del partido es una posible diáspora de actuales y viejos militantes que refrendaron en la urna del Tryp la candidatura alternativa de Juan Hernández.

La preocupación tiene su justificación en el anuncio realizado por el propio Hernández tras conocer el resultado de las urnas. Allí en caliente y en el Tryp, el candidato alternativo aseguró que aunque su voto seguiría siendo socialista iba a pedir su baja en el partido con carácter inmediato al no encontrar en el discurso de Carracao ningún guiño para una posible “restitución de los compañeros expulsados”, en alusión directa a los Calleja, Lara, Sanz, Prieto, Leal, Fernández, Torregrosa, Ory o Sánchez Mena, entre otros.

Desde entonces el temor interno era que muchos siguieran los pasos de Hernández, pero de momento no hay nada de eso. “Hasta ahora Hernández no se ha dirigido a nosotros para pedir la baja y hemos tenido el partido abierto desde el día 13 todos los días, quitando los festivos. Así que espero que como dije en su momento eso fuera una decisión anunciada en caliente y que una vez que se hayan templado los ánimos, Hernández lo haya pensado mejor y no pida la baja, porque en este PSOE nos hacen falta personas como él que son muy importantes para el partido”, matizó Carracao.

El tono empleado por el secretario general es bien distinto al que empleo el mismo día 13 tras conocer el anuncio de Hernández, cuando dijo, probablemente lo mismo, pero en tono negativo aludiendo a que “precisamente esa no era la actitud que hacía falta ahora en el partido”, en un sonoro reproche al anuncio de Hernández y respaldando a la vez las tesis que habían llevado a dejar fuera del partido a personas muy involucradas con el Grupo Parlamentario durante su travesía en el desierto y cuyo único pecado fue tener opinión propia sobre el rumbo que debía tomar la izquierda local y el PSOE.

A pesar del tono más templado y conciliador ahora que entonces Carracao y su Ejecutiva no tienen pensado por el momento llevar a cabo ningún gesto hacia esos doce ex militantes que permita pensar en su recuperación para la estructura del partido. Dicho de otro modo, de momento seguirán purgando sus pecados por expreso deseo de quien tiene ahora las riendas del partido.