El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Hernández, se ha alineado este lunes con la posición de la plantilla de TRACE, que prevé iniciar huelga el viernes a las 23.55 horas, tras reunirse con sus representantes. "Se trata de un problema del sector de limpieza de la Ciudad, no sólo de una empresa aunque ésta sea la que cuenta con más trabajadores, y el Gobierno del PP ha establecido un decreto de servicios mínimos sin previamente negociarlos con el Comité de huelga del sector", ha lamentado el PSOE.
Los socialistas han "críticado" la "actitud negativa del Gobierno de Vivas, que no quiere mediar en un problema donde ellos tienen mucho que decir y hacer; su inmovilismo y su actitud de no negociar los servicios mínimos ante la convocatoria de huelga le pone, una vez más, en una situación de incoherencia e incapacidad de gestión", ya que "los verdaderos perjudicados son los trabajadores, personas que cumplen con su obligación por encima de sus posibilidades pero que se sienten lesionados en sus derechos de una forma clara y ninguneados por los dirigentes políticos".
Desde Daoiz han instado "con firmeza y decisión" al Gobierno del PP para que "medie" entre la patronal y los trabajadores y no se "exima" de responsabilidades. A juicio del PSOE, "si los trabajadores comienzan la huelga el día 18 será porque este Gobierno ha entrado en una cerrazón incomprensible, no cumple sus promesas y distorsiona la realidad achacándole la culpa del problema del sector a los propios trabajadores".
El PSOE "se posiciona claramente a favor de los trabajadores del sector", y considera "más que justas sus reivindicaciones". Más aún: "El gran culpable del conflicto", ha asegurado en un comunicado, "es el Ejecutivo de Vivas por su inoperancia y falta de capacidad resolutiva, habiendo sido el generador del problema". En este sentido, los socialistas "esperan y desean que el problema se solucione lo antes posible por el bien de los trabajadores, de los ceutíes y de Ceuta en general".
La postura expuesta por los representantes de TRACE es que "se trata de una huelga del sector de limpieza, integrado por varias empresas, entre las que se encuentran TRACE, CLECE, Urbaser y ACC". En la reunión mantenida este lunes los representantes de los trabajadores han indicado a Hernández que "si no se desbloquea la negociación del convenio del sector Irán a la huelga" y que "los servicios mínimos no se cumplirán puesto que la Ciudad no los han negociados con ellos", por lo que "estiman que cubrirían los normalmente establecidos, es decir, comedores de los colegios escolares, centro penitenciario, hospitales y mercados".
Según los representantes de los trabajadores, "el nuevo Pliego de Condiciones Técnicas del servicio de limpieza se elaboró con una baja temeraria, que no se puede cumplir" y "éstos se quejan de la falta de personal", ya que "en tres años han desaparecido 50 plazas, los fines de semana no hay barrido por la rebaja en el contrato y, además, no se cubren las bajas".
Los representantes reiteran que "no es un problema de los trabajadores sino de la rebaja del contrato —el pliego de condiciones técnicas está lleno de errores-y con el número de trabajadores actuales no es posible que se pueda cumplir", poniendo como ejemplo, la barriada de Juan Carlos, en la que anteriormente había 4 barrenderos y ahora solo hay uno.
De 720 a 280 trabajadores en verano
También existe otras quejas de los trabajadores de TRACE, como son la obligación de recoger las bolsas de basura puerta a puerta cuando la ordenanza municipal recoge que los ciudadanos deben tirar las bolsas de basura a los contenedores; la reducción de plantilla, ya que antes, en temporada alta, había 720 trabajadores y en el último verano 280 aproximadamente; turnos cogidos con pinzas; una política de sustitución de bajas inexistente; 5 años sin subidas salariales, salvo el plus de vinculación; y, para colmo, aseguran que "la empresa TRACE no cumple con el pliego de condiciones técnicas y sin embargo no tienen ningún tipo de sanción administrativa".
Además, reprochan que, en la campaña a las elecciones autonómicas, Vivas les prometió que 50 trabajadores que estaban a jornada parcial irían pasando a jornada completa de forma gradual a lo largo de la legislatura y, ahora, aseguran que "el presidente que no se acuerda de aquella promesa".
