El PSOE con su secretario general, Manuel Hernández, y el secretario del Área de Barriadas, Juan Gutiérrez y parte de la Ejecutiva socialista han visitado la barriada de Bermudo Soriano, donde "el clamor general es que se sienten engañados por el Gobierno del PP".

 Los socialistas reclaman el desbrozamiento de un terreno ubicado detrás de uno de los edificios, que ha creado malestar a causa de cucarachas e insectos. Los socialistas insisten en la construcción de una rotonda en la entrada de la calle, para facilitar la fluidez del tráfico. A su vez, mencionan la falta de badenes,  constatada la velocidad y el peligro para los viandantes. También reclaman que se pinte toda la señalización vial de la zona (líneas continuas y paso de peatones).

En otro apartado, los socialistas denuncian la ubicación de farolas en mitad de aceras estrechas, cortando el paso a personas con movilidad reducida o a personas con carros de bebé. Juan Gutiérrez denuncia la inexistencia de farolas en la calle Estepona, hecho que reclaman por el peligro que supone. También, falta habilitar con escaleras y barandillas la zona que va desde la calle Estepona a la mezquita, muy transitada por los vecinos para ir a rezar. Falta revisar y darle solución al saneamiento de aguas residuales, que  en algunos puntos está al descubierto.     Además,  cabe señalar la existencia de aguas fecales, que brotan debajo de los edificios.

   Los socialistas han constatado,  a través del presidente de la Barriada, "el desastre en el trabajo de jardinería. Se denuncia que los trabajos y labores de jardinería se han realizado sin la herramienta adecuada para la poda, dichos trabajos se han llevado a cabo a mano. Por otro lado, el parque infantil está en muy malas condiciones. Las barandillas que lo rodean no cumplen las normas de homologación, constituyen un peligro por corte y desprendimiento".

Además, los socialistas insisten en la falta de un aparcamiento para los residentes. Hay un proyecto del año 2010. Los vecinos afirman que siempre les han dado largas. Y lo más curioso y sorprendente es que el proyecto está presupuestado en pesetas y no en euros.