La reestructuración de la deuda financiera efectuada por el Gobierno de Ceuta en 2014 no fue el chollo que dijo el Ejecutivo de Vivas. A juicio del Tribunal de Cuentas (TCu) no se ajustó "al principio de prudencia financiera" al haberse efectuado varias novaciones de préstamos "con un coste muy superior al de las operaciones preexistentes" y, a la vez, haber mantenido otros "cuyos tipos de interés eran superiores a los de las operaciones refinanciadas".

En enero se aprobó una primera reestructuración de la deuda que afectó a 5 operaciones de préstamo y se formalizó con una sola entidad financiera, "no habiéndose tenido constancia de la solicitud y presentación de otras ofertas por parte de otros bancos".

Los dos nuevos préstamos se concertaron a unos tipos de interés del 5% y del Euribor trimestral más un 4,35%, respectivamente, "muy por encima de los tipos de interés de los préstamos refinanciados, que oscilaban entre el 0,45% y el 1,73%, permaneciendo a su vez vivos otros préstamos con tipos superiores y con vencimientos a mayor plazo".

Por otra parte, de los 23,7 millones de euros refinanciados, 8,3 correspondían al capital vivo de las operaciones de endeudamiento formalizadas al amparo del Real Decreto para facilitar el saneamiento de deudas pendientes, que debería ser amortizado en el ejercicio 2015. La Ciudad no presentó un plan de saneamiento financiero o de reducción de deuda. Asimismo, el periodo total de amortización de la deuda, incluidos los nuevos plazos de refinanciación, excedió el plazo máximo de 6 años fijado.

En diciembre de 2014, el Pleno aprobó otra reestructuración de su deuda financiera a través de la formalización de ocho nuevos préstamos por un importe conjunto de 77 millones de euros destinados a refinanciar los saldos pendientes de amortización de los préstamos suscritos en 2012 para saldar las deudas pendientes con proveedores. Estas operaciones se cerraron con vencimiento en el ejercicio 2022, igual que los préstamos a los que refinancian, y los tipos de interés oscilaron entre el Euribor más 0,96% ó 1,48%, en este caso sí inferiores a los préstamos refinanciados, que estaban referenciados al Euribor más 5,25%.

Además, en el Presupuesto de la Ciudad para el ejercicio 2014 se incluyó, dentro de las previsiones de ingresos, la concertación de una operación de crédito, por importe de 26,6 millones de euros para financiar la totalidad de las obras del Campus Universitario, lo que supuso "un incumplimiento del Plan de Ajuste aprobado en 2012, que únicamente preveía la posibilidad de refinanciar deuda y no acudir a nuevas operaciones de préstamo a largo plazo para financiar inversiones".

La financiación de la deuda del Campus finalmente se llevó a cabo de forma fraccionada en cuatro anualidades, a través de sendas operaciones de préstamos a largo a razón de 6,5 millones euros por año, habiéndose justificado por la Ciudad la adopción de esta medida por la posibilidad de "disminuir la cuantía de dichas operaciones en caso de mejorar las estimaciones sobre otras fuentes de ingresos previstas en el plan, así como por el elevado coste de las ofertas recibidas". Se ha comprobado que el aplazamiento conllevó, solo en el presupuesto del ejercicio 2014, un abono de intereses de 677.000 euros.

A pesar de este dictamen, la evolución de los intereses pagados por la deuda a corto y largo plazo consolidado lleva, según los números del Ejecutivo local, una senda decreciente desde el 2013, con una reducción del 67,94%. Si en 2013 se pagaron 12,5 millones de euros en intereses, este ejercicio solamente se han desembolsado 5,5 y el próximo año se prevé pagar a los bancos poco más de cuatro. 

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