“Hemos pasado una auténtica vergüenza otro pleno más. Los ceutíes no se merecen que en la Asamblea se produzcan este tipo de incidentes”, reflexionaba el portavoz del Ejecutivo Local, Carlos Rontomé a preguntas de los medios sobre los insultos, provocaciones e interrupciones de los diputados de Vox, Juan Sergio Redondo y Carlos Verdejo, que obligaron a parar la sesión plenaria. Rontomé lamenta que el que debe ser un órgano dedicado a velar por los intereses de los ceutíes “termina siendo, permítanme la licencia, una especie de Sálvame”, en alusión al programa de Telecinco, ya convertido en sinónimo de debate a gritos en el que nadie se escucha.

Pero, a juicio del portavoz popular —una de las dianas preferidas de las puyas de Vox—, detrás de los gritos y las provocaciones hay una estrategia clara. “La actitud de Vox desde el primer momento, desde la primera propuesta, fue la de intentar reventar el Pleno, como fuera, buscando de forma clara y así lo confesaron, que se les expulsara”. 

"Buscan presentarse como una especie de cruzados en tierras islámicas, es verdaderamente penoso el espectáculo”

El objetivo final de Redondo y Verdejo es, según Rontomé, traspasar la última frontera de su imaginaria insurrección: "Una vez que se les ha acabado la panoplia de insultos de todo tipo que llegan a proferir y provocaciones y menosprecios y humillaciones a las que someten al resto de diputados de la Asamblea, pues ya lo último que les queda es intentar provocar la expulsión”. Un juego en el que no se debe entrar, apunta el portavoz accidental, tal y como hizo el presidente Vivas, destaca: “Es una persona que conoce bien los mecanismos de esta gente y no cayó en esa argucia, la expulsión, que es lo único que buscan”.

Carlos Rontomé insiste en que el espectáculo que montan Carlos Verdejo y Juan Sergio Redondo cada Pleno busca un objetivo más allá del Estrecho, una estrategia a beneficio de la dirección nacional: “Buscan la foto, ellos no han venido a la ciudad a hacer una política para la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos sino que vienen a reventar la ciudad siempre pensando en sacar provecho electoral, pero no en Ceuta, sino a nivel nacional. Presentarse como una especie de cruzados en tierras islámicas, es verdaderamente penoso el espectáculo”.